Un año mas, toca hacer balance de la "Amarga y Pica".
Un gran pinar que nos cobija para instalar tiendas, hamacas y furgonetas, el color de sus aguas (pantone arriba pantone abajo), buen@s kayakistas, un gran aceite, el "puedo probar tu kayak" contestado con "por supuesto", compartir mesa, la dedicación de una persona que, prácticamente sola, nos dedica para que esta cita continue, muchas risas, uno y mil esquimos enseñados y aprendidos, preguntas de la gente que se acerca a ver el evento, mucho kayak tradicional, conversaciones, nuevas incorporaciones, ausencias...
El resultado es un fin de semana que, año tras año no solo no defrauda, sino que se consolida en el calendario de las concentraciones, a las que cada vez mas gente tiene curiosidad por vivir "in situ" es buen rollo del que tanto hablamos l@s que la disfrutamos.
Dentro de un año... VII AMARGA Y PICA
