Tampoco hagamos una montaña
Aquel relato estuvo muy bien y la reflexión inmediata de alapala también
Es un lujo tener tiempo libre y gusto para gastarlo en lo que uno quiera
Es un lujo tener ideas propias y que el tiempo las modele
Es un lujo poder probar todo y tener una opinión al respecto
Y es de una pobreza extrema el fundamentalismo y aferrarse a una idea contra viento y marea sin conocer más y renunciando a expandir los horizontes (mentales, deportivos, físicos, gastronómicos, etc). Y de la peor: Pobreza de espíritu.
Pero el mayor lujo es poder compartir nuestras experiencias y conocimientos y luego encontrarte con gente que ya te conocía mucho antes de verte en persona, y saber que estás en buena compañía.
Es mi opinión. Hoy. Tan buena como cualquiera otra.

¡Viva la evolución!
