Si, me estoy haciendo el duro...
Sólamente tengo una foto, y es en la orilla, el camarada Pegasus ejerció de reportero gráfico y estaba esperando a que cuelgue o me pase alguna foto, de todas formas os voy comentando las impresiones:
- Nos juntamos el domingo Hopeless, Pegasus, Jesusito y yo, el día era apropiado, gris, frío, lluvioso, con muuuucho viento, lo más parecido al mar que podíamos esperar en estas latitudes.
Cuando metimos el kayak en el agua a todos nos dió la impresión de ser muy nervioso, la V del casco es muy acusada, con un ligero toque empezaba a temblar hacia los lados como una hoja, eso me dió miedito. Me introduje dentro sin demasiados problemas, aunque la postura me resulta rara, con las piernas muy juntas, todavía lo tengo que calzar en las caderas de alguna manera para que se ajuste más.
Antes de salir a palear me quise asegurar de cómo esquimoteaba, pues no las tenía todas conmigo para no volcar. Lo probé con una pala europea, y al ppio me costó, nada más salir volví a volcar con el impulso.
Para hacer la excursión estrené una pala tradicional, y la sensación fué buenísima, enseguida me hice con ella, el kayak en movimieno también se transformó, con la velocidad se agarra al agua y se adapta sin esfuerzo a las olas. Puedes inclinarte hasta que la aleta se apoya en el agua, sumergiendo incluso la brazola, y ahí se queda. Se comporta muy bien con el viento y las olas laterales. Me pareció bastante rápido, mantiene muy bien el rumbo y lo hace sin apenas crear olas. Gira, supongo que todo lo fácil que le puedes pedir a 5, 60m de barco, pero razonablemente bien.
Después de palear durante unos diez minutos me sentí como un auténtico inuit (bien nutrido puntualizó Pedro). La sensación de navegar en un barco que ha salido de tus manos es emocionante, muchos ya sabeis cómo es y espero que otros muchos la experimentéis.
Durante la excursión vimos muchos pájaros, garzas, patos, un aguilucho, y martinetes (un pájaro muy gordo, blanco y negro y con dos pelos muy largos en la cabeza, como Filemón) mola llevar un guía de bichos.
A la vuelta le tocó a pedro luchar con el viento de cara y las olas de proa, enseguida se hizo con el barco nervioso y paleamos un rato a buen ritmo. Yo probé su Creus, mi primera Fun Run. Me encantó, cómo corre para medir 450. Me resultó comodísima, más después de salir del asiento de palo con un travesaño clavado en mi espalda. La creus se comporta de maravilla, cantea y gira con facilidad, es estable, al llegar probé unos esquimos con ella y con mi nueva pala groenlandesa, salen de una manera más suave y fácil que con las europeas. Una delicia.
Hoy tengo un moratón en la espalda, del respaldo - travesaño que en cuanto pueda redondearé y haré un apaño con cuero y algún aislante para suavizarlo (Hopeless corrió peor suerte, se le durmió una pierna y todavía no sé si le han tenido que amputar...)
Se me olvidaba, la coberturá mantuvo en todo momento su tensión, después de dos horas paleando seguía como un tambor. No quiero ser muy pretencioso, pero de momento creo que acerté con el barniz.
Pues eso, muchas gracias a todos por los ánimos, por seguir el proceso, y gracias especiales a Pegasus y Hopeless por acompañarme en la botadura (Pegasus, el próximo día te toca a tí no te creas que te vas a librar del moratóen la espalda).
Mola hacerse un barco, y navegar con él.