Me ha llamado mucho la atención, la aventura del Australiano McAuley. Posiblemente por la afinidad a la mar y el kayak.
Joshua Slocum, era también un marinero solitario, aunque en su caso de una embarcación a vela y de una época anterior a la nuestra. Pero existen paralelismo entre todos estos marinero solitarios, antiguos y contemporáneos.
Cito de nuevo parte del prologo de Luis De la Sierra, del libro de JOSHUA SLOCUM, Navegando en solitario alrededor del mundo.
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“Lo que salta a la vista de cualquiera es el gran valor, la tenacidad, la asombrosa resistencia física y espiritual de los protagonista de estos viajes en solitario, y, desde luego, por encima de todo, su gran amor a la mar; a la mar bella y terrible, pero siempre, como no recuerda certeramente Joshua Slocum, hecha para navegar.
… En el otoño de 1909, a los sesenta y cinco años de edad, Slocum aparejo por última vez, con la intención de explorar el Orinoco, pasar de éste al rio negro, luego al Amazonas y regresar al Atlántico. Nunca volvió a saberse de él. Jamás se encontró rastro alguno de Joshua Slocum o del Spray… No lo lamentamos. Tal vez lo soñó así Slocum. Pero los héroes no mueren, solo se desvanecen, en la calima, entre las olas, entre las espuma del mar. Y Slocum, un soñador, está de nuevo aquí, con sus risas y lagrimas, con sus voces del pasado, para llevarte, lector, de su mano noble y segura, al impulso de todos los vientos, con el sabor en los labios del salitre de todos los mares, a través del ancho mundo”