esto debería ir en "humor", pero.. 
La medida básica del sistema métrico "aproximal" es, tal y como su nombre lo indica, el "APROXIME" . Mas sin embargo, el aproxime por sí mismo no puede medir todo. Hay medidas complementarias, que son el ipod, la moneda, el billete, el puño, la cancha de tenis, la cancha de futbol, la pelota de tenis, la pelota de billar, la pelota de pingpong, el balón de futbol, el balón de basquetbol, la cuadra, el elefante, la alberca olímpica, el chícharo (o guisante), el frijol (o la alubia), la cabeza de alfiler, el melón, la sandía, el devedé, el compadisc, y el emepetrés. Analicemos, pues, cada una de éstas unidades y su área de especialización.
Iniciemos con las medidas de área. En el sistema métrico decimal tenemos como base el metro, y sus múltiples múltiplos y submúltiplos, que son el centímetro y el kilómetro. El sistema imperial de medidas tiene pulgadas, pies y yardas, entre otras medidas extrañas. El sistema métrico aproximal, SMA para abreviar, se basa en el minuto por auto, la hora por pie, la hora por avión, el día por camión, y el año luz, para distancias rectas; para áreas se utilizan los campos de tenis y futbol. El sistema es fácil de entender y muy efectivo.
Así, por ejemplo, al preguntar a qué distancia se encuentra algo, digamos el estadio Jalisco, se puede decir “A unas dos horas caminando” o “a 30 minutos en coche.” De aquí se desprende que el estadio Jalisco se encuentra aproximadamente a 8 kilómetros de distancia, tomando en cuenta que el tapatío promedio camina a una velocidad de cuatro kilómetros por hora si no tiene prisa. Esa misma distancia se recorre en 30 minutos en auto, debido al tráfico y a las calles que se deben transitar para llegar a nuestro destino, el citado y monumental estadio. Otras distancias pueden calcularse en horas por avión o días por camión. “¿A qué distancia está Tijuana? A unas tres horas por avión o dos días por camión. ¿Y la ciudad de México? A 45 minutos por avión y 6 horas en auto.” Se observa que las medidas son extremadamente fáciles de entender. Algunos usuarios avanzados del sistema métrico aproximal incluso añaden las medidas de compadiscs, libros o devedés por viaje. “Me llevaré dos libros para leer de ida y venida,” dice uno, “pues yo me voy a llevar tres películas, dos para la ida y una para el regreso,” dice otro, y el conducto del auto remata “yo me llevaré ocho compadiscs, tengo unos del rapero Willy que hacen del viaje un suspiro.”
Las áreas son otro asunto, un tanto más complejo pero no tanto como uno pudiera imaginar. Debido a que las medidas del SMA no pueden hacerse cuadradas de manera tan sencilla, pues la única medición válida en horas cuadradas es en la puerta del baño, donde en el interior las horas transcurren con normalidad pero en el exterior se vuelven interminables, se debe recurrir a medidas alternativas. Así tenemos al campo de futbol. Si bien las cosas se pueden medir en campos lineales, es en campos cuadrados cuando las cosas comienzan a tomar forma. Por ejemplo, al medir un barco, podemos medir en metros cuadrados, que rápidamente pueden multiplicarse hasta el chingo, convirtiéndose en una medida comparativa totalmente inútil. O podemos medir en campos de futbol: “El Queen of Saanich es tan grande como cinco campos de futbol.” “El Queen Elizabeth II es tan grande que en su interior cabrían catorce canchas de futbol.” Donde la cancha de futbol es demasiado, tenemos el campo de tenis. “El Yate Golpeaste mide lo que dos canchas de tenis.” En espacios muy grandes podemos emplear, aunque raramente se utiliza con tal propósito, el campo de golf. Es mucho más común encontrarlo como comparativas, no como medidas actuales, esto debido a que los hoyos en el campo pueden ser de tamaño variable. “Mi rancho es tan grande que podría construir siete campos de golf y todavía me sobraría espacio para un golfito.”
En volúmenes la medida estándar es la piscina olímpica. Ésta unidad de volumen, al ser muy grande, suele complementarse con el elefante para medir masa. Por ejemplo, “El interior del simulador de ingravidez de la NASA es tan grande como cuarenta albercas olímpicas,” y “El transbordador espacial pesa lo que cuarenta elefantes.” La medida en elefantes debe ser usada con cuidado, pues masa no es volumen, de manera que si bien es cierto que en un Volkswagen Sedán caben cinco elefantes, dos adelante y tres atrás, el sedán en cuestión tiene medidas excepcionales. Si es necesario calcular en paralelo masa y volumen, la medida correspondiente es el camión. “El puente es capaz de resistir veinte camiones.” Ésta versatilidad para medir masa y volumen tiene su costo. Cuando la cantidad de piscinas o de elefantes se acerca peligrosamente al chingo, se reemplazan por transatlánticos, rascacielos e incluso océanos. La medida estándar de rascacielos es el Empire State. Solía ser una medida triple en la cual se involucraba incluso la geometría, pues se medía en Torres Gemelas y Pentágonos, pero ésta medida fue derogada en 2001 en una ceremonia a cargo del afamado demoledor de estructuras monumentales Osama Bin Ladin.
En volúmenes pequeños, sin embargo, tanto la alberca olímpica como el elefante y el camión son demasiado grandes. En ese caso se emplean el balón de futbol y de basquetbol. “El coche es tan grande que en su interior puedes llevar 400 balones de futbol y todavía hay espacio para el chofer.” El balón de basquetbol es ligeramente más grande y pesado, de manera que en el mismo auto sólo cabrían 350 balones. Cuando es necesario calcular masa, se emplea la sandía. “La caja con libros pesaba como cuatro sandías de buen tamaño.” En cajas pequeñas se intercambian una sandía con tres melones en promedio. En medidas más pequeñas se emplean la pelota de tenis y la de pingpong, a veces intercambiados con duraznos y ciruelas en caso de masa. Es notable que en las unidades micrométricas masa y volumen son intercambiables. Así, por ejemplo, entre las unidades menores están el frijol y el chícharo: “me salió una bolita del tamaño de un chícharo en el lugar donde me picó la abeja.” Las caries y las imperfecciones se miden en cabezas de alfiler: “El hueco era tan grande que cabía una cabeza de alfiler” o “El agujerito por el que se sale el gas es tan pequeño que no entra la cabeza de un alfiler.”
En cuanto a las medidas digitales ya tenemos una variedad sin precedentes, pero aún así, los estándares están bien establecidos: el ipod y el emepetrés son las medidas fundamentales para tamaño y capacidad, respectivamente. “Mi laptop nueva mide tres ipods de ancho y dos de largo.” da una idea perfecta del tamaño de una portátil categoría superportable. En caso de gadgets o cachivaches más pequeños, está el ipod nano y en caso de cosas más pequeñas la unidad a elegir es el ipod shuffle. En capacidad la unidad de medida es el emepetrés, a veces combinada con ipods. “A mi disco duro le caben 100,000 canciones.” “A mi teléfono le caben 10,000 canciones.” “Tengo tantas canciones que si las almacenara en ipods necesitaría cincuenta.”
La capacidad en emepetrés se puede calcular en emepetreces por monedas. “La densidad de almacenamiento en los discos duros actuales es tan grande que caben 10,000 canciones en el espacio de una moneda de un peso (o de un euro, o de 25 centavos de dólar)” A veces es más conveniente medir en billetes: “Los discos duros de la iMac caben en un billete de banco y sobra espacio para un ipod shuffle.” La capacidad también puede medirse en devedés y en compadiscs, los cuales a su vez son múltiplos del emepetrés.
Con esto como base, mis queridos amigos, espero que sean ustedes capaces de desenvolverse en esta moderna sociedad contemporánea de hoy en día.
