La superficie del mar permite grandes trucajes en vídeo porque no tiene formas ni límites definidos, aunque no es éste el caso.
Aquí se trata de un burdo trucaje.
Una de las partes donde más se nota es cuando se ve la aleta falsa de tiburón pasando al lado de un surfista que espera pacientemente una ola, y ni siquiera se inmuta cuando el teórico tiburón le pasa a poca distancia.
Rafa