Cuando pesco siempre llevo atada la pala al kayak. Al sentir la picada, le doy un estirón fuerte al sedal para que se enganche fuerte. Entonces me pongo de cara a las olas, y generalmente paleo unos 50 metros como mínimo, ya que suelo pescar cerca de las rocas. Tiro la pala al agua por estribor, e intento recoger por babor (si el pez está de acuerdo). Según voy recogiendo, a veces tengo que recuperar la pala para maniobrar un poco, procurando que la linea de acercamiento de la pieza al kayak sea lo mas perpendicular posible (evitar el timón). Al tiempo se clavan las rodillas en el kayak y se gobierna como se puede, sin manos. Importante el trapo de cocina de toalla mojado sobre el cubre, preparado para cogerlo con la derecha y agarrar el pez en cuanto salga del agua, ojito a los saltos y la segunda potera. Una de las cosas mas emocionantes de la pesca es que influye el estado del mar, las olas, el tipo de pez, etc, haciendo de cada captura una experiencia diferente.