El Laser 550 puede ser un buen barco para lo que quieres, con el único inconveniente de su excesivo peso. Es duro, rápido, noble, un gran barco escuela para tener CERCA del mar. De lo contrario, si tienes un porteo complicado hasta el agua, te dará una pereza infinita salir para un rato.
Es por ese motivo que yo suelo aconsejar a quienes se plantean el kayak como un deporte que antes de comprar nada busquen un club o un lugar en la playa en el que guardar el kayak. No hacerlo casi te obliga a buscar soluciones caras o incómodas que te acaban frenando: o kayak muy, muy ligeros o modulares (de los buenos) o sistemas de transporte caro (kari-tec y similares), etc... En esas circunstancias es más importante el lugar donde guardas el kayak que el propio kayak. Al final, ejercicio vas a hacer con cualquier embarcación (y cuanto peor sea, más brazos harás) pero en cambio, cuanto más trabajo te cueste el porteo, menos días saldrás.
En un club podrás salir acompañado, evolucionar muy rápido, probar muchos barcos y hacer este deporte mucho más entretenido. Teniendo el barco cerca del agua no te dará pereza acercarte a menudo ni te fastidiará desistir de una salida o acortarla mucho, porque las condiciones del mar puedan superen tu nivel de habilidad.
Considera ese aspecto. Vivir a 10 minutos del mar está muy bien, pero sobre todo, sobre todo, para amortizar el varadero.