Fuentes no oficiales me informan que este accidente no se produjo por inconsciencia de los desaparecidos.
Me comentan a través de uno que conoce a otro que es amigo de un percebeiro que conoce la zona como la palma de su mano, que se trató de un desgraciado accidente poco previsible, que en la zona había más gente, mirando el mar al borde del acantilado cuando de entre ellos salió corriendo el percebeiro avisando a los presentes en gallego: "QUE VIENE EL MAR, QUE VIENE EL MAR" cuando apareció la madre de todas las olas y se llevó a estos cuatro.
Lo aclaro porque yo tildé de inconscientes a los desaparecidos y por lo que me dicen nadie podía prever que el mar llegase a esa altura donde, como nos ha mostgrado Jílar, existe un camino.