Hola, los antecedentes:
Hace dos semanas, siguiendo el consejo de expertos y animado por los progresos obtenidos en la práctica de los cantéos, decidí quitarle el timón definitivamente a la Skua, solté los cabos, solté los enganches, saqué el timón, sellé el agujero y también sellé la zona de salida de los cabos en la cubierta.
La verdad es que el barco sin timón es más bonito aún, también se gana mucho en apoyo ( por lo menos me pasa a mí ), con los pedales totalmente fijos puedo encajarme con más firmeza.
La salida que hicimos con Raúl de Portmán a Escombreras, la hice sin timón pero con los patitos, con lo que no pude comprobar de primera mano el resultado de navegar “ a pelo “, ya que los patitos me hacen ir derecho como una vela lo lleve o no lo lleve puesto.
Entonces ayer salimos por el Mar Menor el amigo Juan Mora ( Sedna ) y yo ( Skua ), quedamos en llamarnos sobre las 8:00h, para comprobar como amanecía el día.
A las 8:10h me llamó Juan y me dijo que estaba en el club de Alex y que el día estaba complicadete, las ganas de salir que yo tenía superaba con creces la climatología adversa y en 30 minutos estaba en La Ribera.
Ya en el viaje desde mi casa a la playa, pude comprobar que el tiempo no iba a ser precisamente nuestro aliado, lluvia y viento fuerte no daban tregua y cuanto más me acercaba a la costa, peor se ponía la cosa.
Una vez allí, acercamos las furgonetas al club y bajamos los kayaks, para luego aparcarlas un poco más arriba. Pronto estábamos preparados y partimos costeando en dirección Santiado de La Ribera, Ciudad del Aire, Lo Pagán, Villananitos, Primer Molino, Segundo Molino, Encañizada, visita a los canales del Veneciola y de una trazada vuelta al club.
En cuanto salimos del club de Alex nos comenzó a llover y el viento nos pegaba de cara, aunque sabíamos que a un par de kilómetros encontraríamos la protección de la zona del Molino.
El kayak respondía perfectamente cortando la ola y continué practicando los cantéos, la sensación de maniobra con la cintura es muy gratificante y más cuando te sale bien.
El agua del Mar Menor está cada vez más fría y ayer la sensación era de gélida, a causa de la lluvia y el viento ( que suerte tuve en llevarme los guantes ).
Pronto llegamos al amparo de la costa de Lo Pagán y nuestro paleo era firme, mientras manteníamos una animada conversación, de vez en cuando quebrada por una fuerte racha de viento.
Llegamos al Primer Molino y allí el mar estaba plato, delante teníamos unos cuantos kilómetros para navegar tranquilos a refugio del viento que poco a poco iba subiendo.
Juan me enseño con detalle su nueva pala groenlandesa, las medidas son más grandes tanto de largo, como ancho de pala y tuve la oportunidad de probarla. En comparación con la mía, se nota un montón que coge mucha más cantidad de agua y también pude comprobar lo cómoda que era en el paleo.
Alcanzamos el segundo Molino y nada más sobrepasarlo, la lluvia que no cesó en todo momento, se convirtió en granizo … ¡¡ si, granizo !!, como véis no nos faltó de nada, je, je.
Juan aprovechó una zona resguardada para mostrarme su vela, ocupa muy poco sitio en el kayak y se monta en un periquete, su efectividad es muy buena y ya estoy haciendo cálculos para copiarle la idea, je, je, muy bueno compañero.
Las rachas de viento en la bocana de la encañizada eran muy fuertes, aunque el mar en esa zona está muy calmado, continuamos navegando y pronto estábamos delante de la entrada a los canales del Veneciola.
El Skua en todo momento respondía a las mil maravillas, el tramo del primer Molino al segundo, lo hice corrigiendo el rumbo con los cantéos y el kayak respondía muy bien.
Dentro de los canales la navegación se hacía más cómoda, el viento seguía soplando fuerte y como si de una música de fondo se tratase, se escuchaba en todo momento el estruendo del batir de las olas del Mar Mayor. De entre todos los chalets que se encuentran a la orilla de los canales, tan sólo uno tenía luz encendida, los demás estaban todos cerrados y el ambiente se estaba tornando tenebroso a causa de que el cielo se cerraba más y más, llovía y llovía y el viento soplaba y soplaba. Le comenté a Juan que parecía que estábamos en la película de “ la vida de Bryan “, je, je.
Pues fue a partir de este punto en donde comenzó mi odisea …, salimos del amparo del Veneciola y decidimos realizar una trazada que nos llevaría directos al club de Alex, pronto noté que al Skua no le gustaba esa dirección, el barco se empeñaba en volver a Los Molinos y cuanto más nos separábamos de la costa y nos adentramos en mar abierto, la ola fue tomando altura, eran repetitivas y no me daban tregua, el viento fuerte y prácticamente paleaba de derechas para mantener el rumbo, vuelta a empezar ... derecha fuerte, izquierda floja, derecha fuerte, izquierda floja, …
Es en esos momentos tan chulos, es cuando recuerdo a mis “ queridos amigos los puristas “, ¡¡ Alfonso, recuérdame la próxima vez que te vea que te de un beso “…
No podía hacer otra cosa para gobernar el barco, más que palear haciendo más fuerza con la derecha que con la izquierda, el canteo era casi imposible debido a las condiciones del mar y el kayak se escoraba más y más, las olas no me daban respiro y el punto de referencia de los altos edificios que hay en La Ribera, no hacían más que ir de un lado a otro.
De momento creo que continuaré sin timón, más por cabezonería que por otra cosa, porque realmente lo que me sale del corazón es ¡¡ timón siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii !!
Sin más problemas llegamos al club de Alejandro, desembarcamos, recogimos y saludamos a Alejandro que estaba por allí, nos despedimos y nos fuimos en medio de una lluvia que no cesó en toda la mañana ( por eso no hay vídeo ), yo me fui con el neopreno puesto, me acerqué a mi casa de Lo Pagán y me metí en la ducha de agua calentita, je, je, enjuagué las cosas y tras comprar unos dulces me fui a casa.
Me ha gustado mucho salir con el amigo Juan Mora, en todo momento navegamos a la par y me gustaría resaltar lo fuerte que está el tío y lo que anda la Sedna con su extraordinaria pala groenlandesa, espero que salgamos pronto de nuevo, un saludo y gracias por todo amigo.