En su día ''creí'' verme en un apuro y eché mano del pito (de los que venden en las fiestas) para reclamar la atención de una patera marroquí, pero eso, no pitó. El nerviosismo y el ''garbanzo'' deshecho me / nos jugaron una mala pasada.
Posteriormente al percance, me hice con un silbato de señales que llevo amarrado al chaleco y esta mañana de mar como un plato y antes de las 0900h me ví obligado a hacer uso del mismo. ¡Bendita la hora! y el momento en que me hice con él.
Con tiempo, ''El Pane'' me avisa de un g********s que viene dentro del puerto , a unos 20 o 25 nudos, levantando bigotes por babor. El ''angelito'' con las defensas colgadas y balanceandolas a cada pantocazo que pegaba su motora intraborda, parecía ''la loca'' reina de los mares ...... ¡me acongojé! ... le dije a El Pane que levantase el remo y lo agitase, aunque optó por mantener las palas en posición de ''presto paleo' , mientras yo buscaba con la mano diestra mi silbato ....
¡curioso! ... ¡muy curioso!.... soplaba y soplaba y el pito no pitaba . En algún momento me dí cuenta que necesitaba bajar la presión de soplido para emitir un sonido que le llamase la atención al ''peaso patron'' que venía en rumbo de colisión. ¡Así fue! , como pude empezar a emitir sonidos largos con el silbato al tiempo que con con la otra mano balanceaba la pala enposición vertical con la esperanza de ser vistos......
A unos 25 metros dió un giro a babor y bajó las revoluciones del motor , mirándonos el ''.......'' con cara de ¿de dónde han salido estos? .... no tardó ni 5 segundos en volver a acelerar, levantando una ola que tuvo El Pane que pararla con la nariz.
Quizás sea un rollo. Quizás nadie aprende de lo ajeno..... pero sin querer queriendo, pensar en compraros un silbato y llevarlo siempre a mano. ¡ojalá! y nunca os haga falta.