Llevas razón en lo referente en no creer a “pies juntillas” los datos que aportan lo periodistas. Pero normalmente, tienden a maximizar las noticias (cuanto mas desagradables sean los datos y las imágenes mejor) y no a minimizarlas. Esto último, lo hacen si es que el hecho es muy evidente y lo exageran para escarmiento y ridículo de los falsos alertantes (de otra manera se la juegan de ser denunciados).
Respecto a las informaciones del 112, en Andalucía. Todos los Servicios de Emergencias de esta comunidad, tenemos casos que contar y ninguno bueno. Pero te emplazo a ti y a los que de buena fe quieran entenderlo, a que visiten las instalaciones y su funcionamiento. Están “obligados” a cumplir unos procedimientos impuestos, y si en pantalla, en un tráfico (aunque no haya victimas), les indica que hay que alertar a bomberos, por mucho que los “llamantes” hayan indicado que no hay victimas, enviarán los recursos indicados (no pueden, mas que obedecer al sistema). También al grabarse todas las conversaciones, podrás darte cuenta que la mayoría de los llamantes, exageran los datos y falsean, para que se les atienda con mas celeridad.
Después de veintitrés años de servicios de rescate acuático, montaña, urbano y sanitario, manejo una estadística demoledora. El 80% de las llamadas son falsas o exageradas en algún término (o todos), el 15% son urgencias perfectamente demorables en tiempo de respuesta y solo el 5%, son emergencias reales. Por lo que, aunque no vamos a dejar de atenderlas (ninguna de ellas), si que deberíamos de hacer algo para reducir las improcedentes, pues en el caso de servicios pequeños, en donde no hay un “equipo de segunda salida”, estarán atendiendo “bobadas”, mientras que el ciudadano que realmente lo necesite, se le va a indicar que el servicio está ocupado y que va a tardar en recibir asistencia. La Junta de Andalucía, ya está tomando medidas y se están generando planes y comisiones de “bioética”, para “educar” a los ciudadanos abusadores de Servicios de Emergencia.
Hace ya algunos años, incluso accedíamos a abrir las puertas de las viviendas a aquellos ciudadanos, que por descuido, habían cerrado esta, dejando las llaves dentro. Para ello, entrabamos por las ventanas, con las escalas o descolgándonos con cuerdas. Cuando estos servicios nos ocupaban demasiado tiempo y peligro, y empezamos a evitarlos, “empezaron a falsear los datos” y argumentaban de “que se habían dejado el fogón de la cocina encendido”, o que “en el interior de la vivienda, había menores o personas mayores imposibilitadas”. Cuando les abrías la puerta y comprobabas que volvían repetirse los porcentajes de mentiras, cambiamos drásticamente el procedimiento. Cuando llegábamos, lo hacíamos con la Policía Local y con un cerrajero de guardia y le explicábamos al ciudadano el procedimiento. El cerrajero iba a abrir la puerta, con sus “medios habituales”, seguidamente, el bombero acompañado de un Policía Local, entrará y hará una inspección ocular de la vivienda, con el propietario. Si era cierto, y existían menores, mayores o fuegos en la cocina, fugas de gas, etc. se actuará, y el servicio era gratuito y el Ayuntamiento se hacia cargo de la factura del cerrajero (en caso de que el ciudadano careciese de seguro). Si era falso, la factura del servicio, lo abonaría el usuario Así como la denuncia de la policía, por fingir una emergencia. Después de pocos meses, no se volvieron a hacer servicios de este tipo. Conclusión, que las cosas gratuitas, implican abusos. Los abusos al final los paga el que menos debiera.
Respecto a los seguros, hoy día hay posibilidades de asegurarse en muchas disciplinas, por una cuota módica anual. Lo que es una temeridad, es dejar de hacerlo, con la excusa de que hacemos muchas actividades diferentes. Es como si decimos, que tenemos siete coches y dos motos, pero no tenemos asegurados todos estos vehículos. Este tema ya ha salido en este foro en bastantes ocasiones.
Respecto a los que se inician, hay ya en todos los deportes y aficiones, cursos para iniciarse, en los que implica que todos los cursillistas estén asegurados. El que aun así, quiera asumir sus riesgos que lo haga, pero que pague si esa imprudencia genera consecuencias o gastos a la comunidad. ¿Por qué tenemos que asumir los contribuyentes y que nos cuesta “lo nuestro”, las locuras que hagan otros inconscientes? ¿Por qué tenemos los demás conductores, por medio de los fondos y consorcios de compensación, a los imprudentes que circulan sin seguro? Hoy día no hay excusa para no ir federado. Si te gastas una pasta en un kayak, una bicicleta, un equipo de alta montaña, etc. y no te puedes gastar 54 €, que cuesta la licencia de espeleo (por ejemplo), en su modalidad de “Seguro plus o multirriesgo”.
http://www.kayakdemar.org/index.php?topic=175.15Desde hace muchos años ya, que en las cajas de los fármacos y en la publicidad de estos, informan que la automedicación es responsabilidad del usuario. Al igual, debería de indicar todo el material deportivo, con una etiqueta o publicidad, que todos los deportes tienen que llevar su seguro en vigor, o que cada cual asuma las consecuencias. Esto evitaría problemas y confusiones.