Autor Tema: KAYAKS SKIN ON FRAME Parte 1  (Leído 73852 veces)

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EL CASCO
« Respuesta #30 : 29 octubre, 2008, 17:02:19 pm »
Placas de enlace.

Las placas de enlace o de transición o como se las quiera llamar son unas placas trapezoidales como de 8 mm de grosor que sirven de conexión entre el extremo de las bordas y las piezas de proa o de popa.

Su misión principal es la de evitar un excesivo movimiento en la estructura de proa o de popa y la de procurar a la tela una transición suave desde la cubrición de las bordas hasta la cubrición de las puntas tanto de proa como de popa.

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Click en la foto para acceder a la secuencia.
« Última Modificación: 29 octubre, 2008, 17:04:09 pm por Paco García »

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PRIMERA PRUEBA.
« Respuesta #31 : 29 octubre, 2008, 17:33:42 pm »
Wrapcheck  o prueba del envoltorio

[float=left][/float]Antes de ponerle al kayak la piel definitiva conviene probarlo. Se trata de obtener una primera impresión de su comportamiento en el agua y de comprobar si se ajusta o no a las dimensiones corporales de su tripulante. Hasta que no pongamos la tela definitiva aún estamos a tiempo de corregir la estabilidad direccional o el asiento del kayak en el agua o incluso de modificar la posición de algún elemento estructural como por ejemplo el apoyapies o cualquier otro travesaño de cubierta.

[float=left][/float]A modo de piel provisional podemos utilizar película de plástico del que viene en rollo y que se usa en la industria para envolver palets y similares; muy parecido al de cocina pero más fuerte. Varias vueltas alrededor del armazón, envolviéndolo de  la forma más parecida posible a lo que será su piel definitiva, serán suficientes. Al fin y al cabo basta con que esta piel provisional mantenga el kayak a flote durante algunos minutos, los suficientes para obtener esa primera impresión. Realizaremos la prueba en aguas tranquilas tratando de no someter el kayak a grandes esfuerzos. Podemos sujetar las vueltas de plástico  con cinta americana, mejor cuanto más resistente al agua.

En la fase actual de nuestro proceso constructivo es un poco prematuro hablar de esta prueba, no digamos ya hacerla, pero se trataba de aprovechar un encuentro con la persona a la que va destinado este kayak, de la que dicho sea de paso me separan algunos kilómetros. Tanto es así, me refiero a lo de prematuro, que antes de envolver el armazón tuve que colocar tanto a proa como a popa tirantes de cubierta (stringers) provisionales, lo que al final resultó de gran utilidad para valorar el espacio reservado para los pies.

Las explicaciones correspondientes a los stringers de cubierta las veremos cuando se coloquen las piezas definitivas.
« Última Modificación: 29 octubre, 2008, 17:41:07 pm por Paco García »

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LA CUBIERTA
« Respuesta #32 : 29 octubre, 2008, 18:00:43 pm »
El masik.

Más que la piel, amiq, o cualquier otro componente del kayak, el “masik” es para muchos la única pieza cuyo nombre les resulta familiar. Es sin duda la pieza más emblemática del kayak y no solo porque no tenga traducción a ninguno de los idiomas más extendidos en el mundo occidental. Hay otras razones para ello. En los kayaks de un solo masik, los más habituales, este travesaño de cubierta curvo tiene la triple función de servir de anclaje a los muslos para transmitir nuestras órdenes al kayak, de servir como apoyo al borde delantero de la brazola de la bañera y de servir asimismo de apoyo al extremo trasero de los stringers de la cubierta de proa. Es de entender que el masik deba ser una pieza robusta que soporte todos los esfuerzos a los que se verá sometido. El masik es también el travesaño de cubierta que se coloca en último lugar y el modo de hacerlo, tal como se ve en la secuencia de fotos, es totalmente diferente a los otros travesaños.

Para fabricarlo disponemos de tres opciones: laminado, talla de una pieza curva de madera y talla de una pieza de madera rectangular. El laminado, sin duda la opción menos tradicional, consiste en pagar chapas delgadas de madera en número suficiente para alcanzar el grosor necesario. Las chapas se pegan unas a otras conformando la curva que queremos dar al masik. Tallar un masik a partir de una pieza curva de madera es, al contrario que el laminado, la opción más tradicional. Al partir de una pieza curva, las fibras de la madera seguirán de manera natural una curva similar a la del masik con lo que conseguiremos robustez sin necesidad de recurrir a una sección sobredimensionada, lo que al final redundará en ligereza. La tercera opción, sin duda la más sencilla, es la que hemos elegido para este kayak. Al tener doble masik no necesitamos una pieza de tanta robustez como si se tratara de un kayak con un solo masik. En este kayak es el bao justo a proa del masik el que sirve tanto de anclaje para los muslos como de soporte a los stringers de cubierta. Aún así se ha tallado partiendo de una pieza rectangular de madera dura de 7 cm de grosor, lo que garantiza la resistencia necesaria.

Aunque en este caso no es estrictamente necesario (si lo sería en el caso de masik único) empezamos por hacer una plantilla que no solo nos será útil para fabricar el masik sino que también nos servirá de ayuda para entender el proceso y hacer unos primeros cortes con los que comprobar la precisión de nuestro método.

[float=left][/float]

Pinchando en la imagen se accede a la secuencia de fotos que explica tanto el sistema de fabricación del masik como el de su ensamble a las bordas.
« Última Modificación: 30 octubre, 2008, 08:36:25 am por Paco García »

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LA CUBIERTA
« Respuesta #33 : 29 octubre, 2008, 19:23:37 pm »
Stringers de cubierta

Los stringers de cubierta son unos delgados listones de madera que discurren a lo largo de las cubiertas enlazando dos o más travesaños. Ayudan a distribuir entre tales travesaños cargas como las debidas nuestro propio peso cuando nos sentamos sobre la cubierta de popa en el momento de embarcar o desembarcar o al peso de otro kayak que apoyamos sobre el nuestro durante la práctica de un rescate o al peso del equipo que podamos transportar sobre la cubierta. También aportan a la estructura una rigidez especialmente necesaria cuando se navega entre olas grandes, paliando en gran medida la tendencia a flexar que  tiene el kayak en estas situaciones. Por otro lado también proporcionan soporte a la piel y ayudan a mantener el volumen del kayak.

Al igual que con otros componentes hay multitud de variaciones en cuanto al número y disposición de los tirantes de cubierta. En este caso usaremos la disposición más común:  dos tirantes a popa y otros dos a proa.

Stringers de popa

[float=left][/float]Para los stringers de popa emplearemos sendos listones de 4 x 1 cm que van desde el travesaño nº 7, es decir el que podríamos denominar respaldo, hasta el nº 8. La cubierta de popa es plana, de modo que el grosor de los stringers será tal que estos no sobresalgan por encima del plano de las bordas. Un extremo de estos listones quedará al ras del borde de proa del travesaño nº 7 mientras que el otro lo podemos cortar a paño con el borde de popa del travesaño nº 8 o llevarlo un poco más allá dejándolo en voladizo entre los travesaño 8 y 9. Redondeamos los extremos y los cantos de los stringers para evitar aristas afiladas. Sobre cada uno de los travesaños 7 y 8 hacemos dos marcas que dividan el travesaño en tres tramos iguales y emplazamos los stringers de modo que sus ejes se sitúen sobre estas marcas.  La distancia entre los ejes de cada stringer será por tanto , en cada travesaño, igual a 1/3 de la longitud del travesaño.





Pinchando en la imagen se accede a la secuencia de fotos relativa a los stringers de popa.






Stringers de proa

Los stringers de proa tradicionalmente iban desde el masik hasta el travesaño nº 4. En este kayak y buscando siempre un mayor espacio para los pies, los extremos delanteros  quedan flotantes a medio camino entre el travesaño nº 3 y el nº 2, mientras que los extremos traseros arrancan, como es usual en kayaks de doble masik, 4 ó 5 mm por delante del masik. Con el fin de evitar ruidos, en este tipo de kayaks se impide que los stringers hagan contacto con el masik. Tampoco, como es lógico, sobresaldrán a mayor altura que este distintivo travesaño curvo.

Los tirantes de proa se apoyan por regla general directamente en el travesaño a proa del masik, o en el propio masik cuando este  y el travesaño que usamos como anclaje de los muslos es la misma pieza, es decir en kayaks de un solo masik. En uno y otro caso es necesario tallar sendos encajes en el travesaño en que se apoyan los stringers teniendo en cuenta que el apoyo no es horizontal sino que forma un ángulo con la cara superior de ese travesaño. Una situación similar de apoyo en ángulo se da cuando los stringers se apoyan directamente sobre el travesaño nº 4 o sobre el nº 3. El modo de realizar estos tipos de apoyos quizá pueda ser objeto de un futuro anexo, aquí nos centraremos en el kayak que nos ocupa.

Si las caras superiores de todos los travesaños en los que se apoyan los tirantes de cubierta no están en un mismo plano descendente es frecuente utilizar pequeños bloques de madera para situar los stringers a cierta altura con respecto a los travesaños intermedios y compensar así esa posibles alteraciones en el plano de apoyo. En este kayak se requiere un espacio considerable para los pies, de modo que ha sido necesario sobre elevar  el apoyo de los stringers con respecto a todos los travesaños mediante el uso de tales bloques de madera. Se podría haber hecho más alto el travesaño a proa del masik, pero eso habría ido en detrimento de un anclaje ajustado para los muslos. Para no hacer tampoco un masik desproporcionadamente alto que nos permitiese colocar los stringers con una pendiente acusada de modo que se pudiesen apoyar directamente sobre el travesaño nº 3 pero manteniendo la altura necesaria sobre el nº 4 (apoyapies) ha habido que forzar cierto grado de curvatura en estos stringers. De este modo estos tirantes discurren de manera casi horizontal durante un primer tramo y luego caen bruscamente a esconderse por debajo de la cubierta entre los travesaños nº 3 y nº 2. Recurrir a stringers de proa curvos es una solución más o menos habitual en los kayaks tradicionales del este de Groenlandia.

Tampoco es original el perfil con que se han realizado estos tirantes. La anchura es constante e igual a 20 mm en toda su longitud, pero el grosor, la altura, varía desde los 25 mm en el apoyo más a popa hasta los 10 mm en el extremo delantero. Afilando los stringers de esta manera conseguimos robustez cerca de la bañera, la zona de mayores solicitaciones, y flexibilidad en la punta de proa, lo que permite conferirles la curvatura mencionada más arriba. También se afila el extremo de popa que vuela desde el apoyo trasero hacia el masik. De esta manera la punta trasera de los tirantes se oculta tras el masik y va ganando grosor  gradualmente hasta alcanzar el máximo en el primer apoyo, el situado justo por delante del masik.

En cuanto a la distribución horizontal de los tirantes de proa se usará la misma regla de los tercios que se usó para los tirantes de popa, con la salvedad de que aquí tenemos que cerciorarnos de que estos stringers no invaden el espacio reservado para nuestros pies o nuestras rodillas. Si así fuera habrá que desplazarlos lo necesario hacia el centro de la cubierta.


[float=left][/float]



Pinchando en la imagen se accede a la secuencia de fotos relativa a los stringers de proa.
« Última Modificación: 30 octubre, 2008, 08:37:29 am por Paco García »

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EL ARMAZÓN
« Respuesta #34 : 29 octubre, 2008, 19:39:19 pm »
Estructura completa.


Ya tenemos la estructura. Antes de pasar a colocarle la piel es conveniente aplicar al armazón una mano de aceite de linaza, de teca o mejor todavía de tung. Esto ayudará a conservar y a impermeabilizar la madera. El aceite también evitará que la tela se pegue a la estructura cuando apliquemos el barniz de poliuretano, lo que facilitará el reemplazo de la piel cuando llegue  el momento de hacerlo. Respecto a la conservación de la madera conviene aclarar que el agua marina, el agua salada, es buen agente contra los hongos y otros enemigos de la madera. Mi opinión personal es que no conviene endulzar estos kayaks tras su uso en el mar.

Evidentemente no podremos poner la tela hasta que el aceite haya secado por completo así que mientras tanto podemos sentarnos a contemplar el resultado de nuestro esfuerzo o entretenernos fabricando la brazola de la bañera.
« Última Modificación: 29 octubre, 2008, 19:44:42 pm por Paco García »

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BRAZOLA DE LA BAÑERA
« Respuesta #35 : 29 octubre, 2008, 20:14:35 pm »
Paava, paaq, paa? ... Brazola

Depende de la fuente que consultemos los términos con que los inuit de Groenlandia designaban la brazola de la bañera podrían ser paava, paaq o simplemente paa, o quien sabe si algún otro. Claro está que Groenlandia es un territorio muy amplio.

No se puede considerar a la brazola un elemento estructural del kayak, ni siquiera se sujeta al armazón ya que como veremos más adelante queda flotante en la piel. Sus funciones son aún más variadas que los términos que la designan: mantiene tensa  la piel de la cubierta, da soporte al kayakista, delimita la bañera y sujeta  el tuilik o el akuilisaq o tuitsoq (cubrebañeras). En los viejos tiempos se hacía de pingeq, una madera roja de grano uniforme y exenta de nudos que llegaba a la deriva hasta las costas groenlandesas y que  también se conocía como  imamineq (madera del mar). Se trata de una madera dura y resistente pero difícil de doblar que se usaba con preferencia para la bordas, las quillas y también para hacer palas.

Posteriormente, en el siglo XIX, se empezaron a usar aros de fresno comercialmente disponibles para los mástiles de los barcos. Bastaba alguna ligera modificación para que el constructor pudiera adaptarlos a sus necesidades así que su uso se extendió rápidamente. Algunos culpan incluso a esos aros de la introducción del doble masik. Estos aros tenían un diámetro de tan solo 40,5 cm, lo que implica que si se coloca el masik en una posición tal que pueda servir de apoyo al extremo delantero de la brazola, quedará demasiado atrasado para servir de elemento transmisor de las órdenes que le damos al kayak a través de los muslos. Por otro lado es evidente que una brazola corta requiere un masik más alto que nos permita entrar y salir del kayak y esto va también en detrimento de esa segunda función del masik relativa al control de la embarcación. La consecuencia de todo esto no es solo que hubiera que  abandonar la forma oval (preferida hasta entonces para la brazola) por la circular sino que fue necesario desdoblar el masik en dos piezas: una que sirviese de anclaje para las rodillas, el seeqqortarfik y otra, el masik propiamente dicho que sirviese de apoyo a la brazola.

Curiosamente y en contra de lo que se pudiera creer la brazola no siempre estaba centrada en el eje longitudinal del kayak. Normalmente un cazador diestro desplazaba la brazola hacia la derecha para estar más cerca de la presa mientras la aseguraba con el “cabo de remolque.” En los kayaks más antiguos, más estrechos por lo general que los “modernos,” era también habitual el caso contrario. El arpón se solía transportar en la cubierta, junto a la brazola, listo para ser usado si se presentaba la ocasión. Si el cazador era diestro necesitaba de un cierto espacio a la derecha de la brazola para tener el arpón al alcance de su mano derecha. Si era zurdo tendría que llevar el arpón a su izquierda y desplazaría por tanto la brazola hacia la derecha.

Si los inuit adaptaron sus brazolas e incluso sus kayaks a esos aros para mástiles de barcos por qué no habíamos de adaptarnos nosotros a las medidas de algún kayak de fibra que hayamos tenido o todavía tengamos y poder así seguir utilizando los mismos cubrebañeras. Eso es justo lo que hemos hecho en este caso. Hemos intentado hacer una brazola de las mismas medidas interiores, en cuanto a largo y ancho, que la Skua de Fun-Run;  38.5 x 49.5 cm. De otro modo debería tenerse en cuenta que la mayor anchura interior de nuestra brazola debería ser igual al ancho de nuestras caderas aumentado en el grosor de un dedo a cada lado. La altura, o lo que es lo mismo la anchura del listón de madera con que pretendamos fabricarla debería ser de unos 25 mm, aunque los más tradicionalistas  hablan de dos dedos de altura sobre la tela. A este respecto, antes de tomar una decisión conviene pensar que un exceso de altura en la brazola no solo dificultara nuestro acceso al interior del kayak sino que también hará más difíciles esas maniobras en las que hay que apoyar la espalda sobre la cubierta de popa. En la longitud tenemos mayor libertad de elección. El borde delantero de la brazola se apoya en el masik. Sin embargo el borde trasero podemos apoyarlo más o menos centrado en el isserfik, el mal llamado respaldo o travesaño nº 7, podemos  dejarlo al ras del borde trasero de ese travesaño o permitir incluso que sobresalga 2 ó 3 cm más allá de ese borde, con lo que nos estorbará menos a la hora de entrar o salir del kayak o  cuando queremos apoyar la espalda en la cubierta trasera tal como se requiere en algunos esquimotajes. En kayaks de un solo masik en los que  el travesaño nº 7 se ha retirado hacia atrás una distancia considerable y aún así se quiere mantener una brazola pequeña se puede optar por dejar el borde trasero de esta suspendido simplemente en la tela antes de alcanzar el travesaño nº 7. Esto puede ser conveniente en kayaks específicos de esquimotajes ya que al echarnos hacia atrás y presionar con la espalda contra la brazola, esta cederá y se hundirá ligeramente.

Para fabricar la brazola lo más conveniente es fabricar en primer lugar una horma que nos sirva para doblar los distintos  listones de madera que la componen. Y para fabricar esa horma lo mejor es empezar haciendo una plantilla. En las fotos se explica en detalle el proceso de fabricación de la plantilla.



Para la brazola vamos a necesitar tres listones: uno de unos 2,5 x 1 cm y dos de 1 x 1 cm. La longitud de todos ellos será igual al contorno de nuestra horma aumentado en unos 25 a 30 cm necesarios para solapar los dos extremos de cada listón una vez que los doblemos alrededor de la figura oval. En el dibujo se ve la disposición de los solapes. Una vez que doblemos el listón cuidaremos que los dos solapes queden enfrentados uno al otro.


Al igual que para las costillas la mejor madera puede ser roble o fresno, mejor cuanto más verde o al menos que no haya sido secada industrialmente en hornos. Cocemos cada listón del mismo modo que hicimos con las costillas, aumentando el tiempo proporcionalmente al grosor de las piezas y usando como cámara de vapor un tubo similar al empleado para las costillas pero de unos 2 m de longitud.

El listón más ancho, 25 mm, lo usaremos para hacer el marco o bastidor de la brazola, es decir el aro interior al que coseremos la piel por su borde inferior y al que pegaremos un labio a lo largo del borde superior que sobresalga en voladizo de modo que nos permita sujetar el cubrebañeras. Hacemos una marca en el centro del listón y lo metemos en la cámara de vapor. Al sacarlo alineamos esa marca con la línea central del extremo de proa de la horma y lo doblamos con determinación alrededor de ella. Conviene usar una cinta de cuero o de plástico para dar respaldo al listón mientras lo doblamos. Solapamos los biseles y los sujetamos unidos con un par de prensillas y lo dejamos enfriar.

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Para fijar la unión de los dos extremos del marco tradicionalmente se empleaban distintos sistemas que requerían el tallado de muescas en los biseles y/o el empleo de clavijas, pero como dice Morris,  la brazola es quizá la única parte del kayak donde merece la pena permitirse la licencia de usar pegamento. Un poco de epoxy aplicado a los biseles es seguramente lo más conveniente. Lo usaremos también para pegar el labio al marco.

Para el labio usaremos los dos listones de 1 cm x 1 cm en cuyos extremos tallaremos biseles de la misma forma que con el marco. Podemos doblar cada uno de estos listones enrollándolos alrededor del marco a medida que los vamos sacando de la cámara de vapor. En este caso empezaremos a doblarlos por un extremo en lugar de empezar por el centro como hicimos con el marco. Yo particularmente prefiero realizar esta operación sin sacar el marco de la horma y dejar el conjunto sujeto con prensillas hasta que enfríen las piezas del labio.

Cuando llegue el momento de pegar el labio al marco vamos a necesitar muchas prensillas y aún así, por muchas que usemos, no vamos a conseguir evitar que unas piezas deslicen sobre las otras y los aros tiendan a separarse. Lo mejor es hacer  taladros de 3 mm de diámetro espaciados 25 ó 30 mm todo alrededor de la brazola y que traspasen tanto las dos piezas del labio como el marco. A medida que vamos pegando los listones del labio al marco vamos perforando un taladro e introduciendo una clavija del mismo diámetro. Así conseguiremos evitar el deslizamiento entre las piezas  al tiempo que reforzaremos la unión entre ellas. Para obtener un espaciado regular de los taladros es conveniente marcar con anterioridad el listón exterior del labio, haciendo una marca cada 25 mm.

Una vez que haya fraguado el epoxy y el conjunto sea estable, retiramos las prensillas y hacemos un segundo juego de taladros también de 3 mm de diámetro, pero esta vez a unos 3 mm por debajo de la cara inferior del labio y alineando cada taladro bien con los taladros anteriores, bien con el centro de los espacio que quedaron entre esos taladros anteriores. Con un cepillo planificamos la cara superior de la brazola y redondeamos las aristas. Por último conviene barnizar el conjunto bien con resina epoxy o bien con un barniz de poliuretano que podemos aplicar incluso después de haber instalado la brazola en el kayak. Sea cual sea el producto que usemos el barniz sellará e impermeabilizará el conjunto reforzando las uniones entre los distintos elementos de la brazola.
« Última Modificación: 29 octubre, 2008, 20:30:53 pm por Paco García »

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LA PIEL
« Respuesta #36 : 29 octubre, 2008, 20:45:10 pm »
La piel del kayak; amiq


“...En aguas incansablemente barridas por las tormentas  y fuertes olas, la piel de foca barbuda parece ser la única capaz de soportar la fuerza de las olas. Las sagas hablan de grandes cazadores en tales regiones.
Los habitantes de Nunakuluut, donde la costa Oeste forma un ángulo con la bahía de Qaqortoq, son conocidos por sus capaces e intrépidos kayakistas. El mar allí es tormentoso. Las olas del océano Atlántico rompen con toda su furia y el túnel de viento de 1.000 km de longitud que supone el estrecho de Davis para los vientos del norte a menudo produce olas crueles. Los grandes cazadores que se atreven a palear más allá del abrigo de la costa preferían la piel de la foca barbuda a ninguna otra.”
(H. C. Petersen 1986, 30)

Tradicionalmente en Groenlandia se utilizaba exclusivamente piel de foca para cubrir los kayaks. Aunque dependiendo de las zonas podía variar la especie concreta de la que obtener la piel, la más comúnmente utilizada para estos menesteres era la foca arpa y más en concreto, la piel de primavera del ejemplar adulto, un animal que podía pesar 130 kg y medir 1,70 m y que era capaz de sumergirse hasta los 275 m de profundidad y permanecer bajo el agua hasta 15 minutos. En los distritos más sureños también se utilizaba la piel de foca narizona o foca de casco cuyos ejemplares adultos podían llegar a pesar 400 kg y medir 2,6 m. Bastaban dos ejemplares para cubrir un kayak, pero su piel era menos apta para el kayak; los folículos capilares son tan gruesos y profundos que el agua podía filtrarse.

A principios del siglo XX la población de focas cayo drásticamente. La foca arpa comenzó a escasear. Muchos cazadores no podían conseguir pieles suficientes o si lo hacían, estas habían adquirido un precio tal que ya no compensaba utilizarlas para cubrir el kayak. Harvey Golden, en la página 74 de su KOG cita a varios autores para enumerar los inconvenientes de la lona: “... es más vulnerable  y tiene una mayor tendencia a descoserse o a romperse y es más difícil de reparar en una emergencia. Al no ser elástica, la lona no responde a los movimientos de la estructura de madera ...” (Scavenius-Jensen 1975:24). “... la lona, siendo menos fuerte que la piel de foca no resiste el raspado de la primera capa delgada de hielo marino que se forma a principios del invierno.” (Ken Taylor 1960:495.) Ninguno de esos argumentos tuvo el suficiente peso. La lona salía a mitad de precio. No es impermeable pero unas manos de barniz, normalmente teñido de blanco por razones de camuflaje, bastan para impermeabilizarla. La tradición de cubrir los kayaks con piel de foca se había perdido para siempre.

Quizá precisamente por eso, porque es una tradición que se ha perdido para siempre, merezca la pena pararse un momento para ver en cierto detalle, de la mano de Petersen y con la ayuda de Golden y otros, las técnicas que se utilizaban.

Tanto el trabajo de curtir y preparar las pieles como el de colocarlas sobre la estructura y coserlas era fundamentalmente cosa de mujeres. No por esto deberíamos prejuzgarlo como una tarea menor o sencilla. Al contrario, se trataba de un trabajo de gran responsabilidad y dificultad técnica para el que se requerían manos expertas, tan expertas al menos como las que se requieren para el resto de los trabajos que afectan a la fabricación de un kayak. Es más, puede que de todos esos trabajos este sea el que implica un aprovechamiento más asombroso e inteligente de los escasos recursos con los que estos pueblos contaban.

[float=left][/float]Tras rasparlas con un ulu (el cuchillo de las mujeres) para quitarles los restos de grasa, sumergían la pieles durante varios días en un baño de orina. Después las frotaban con  cenizas de brezo u otro tipo de leña y luego las raían con un cuchillo romo para arrancarles el pelo. En algunas zonas las pelaban con los dientes sin necesidad de frotarlas previamente con ceniza o en ocasiones las afeitaban literalmente con un ulu bien afilado. Tras esa serie de procesos enjuagaban la piel en agua del mar y la colgaban a secar a la sombra. Una vez secas las guardaban en lugar seco y fresco.

Si la piel cogida en el otoño no había de usarse hasta la primavera siguiente, la embadurnaban en sangre después del aclarado en agua marina, la enrollaban y la colgaban en el exterior donde permanecía congelada. En ocasiones también se untaba en sangre la piel nueva de un kayak para retardar el tiempo que tardaría en saturarse de agua una vez en uso. La piel seca y rígida tenía que permanecer empapada en agua del mar  durante unos diez días antes de ser utilizada. No se podía cubrir un kayak hasta que la piel era completamente suave y elástica, de lo contrario al mojarse se aflojaría y haría chasquidos en el armazón inutilizando el kayak para la caza.

Siempre según Petersen, los meses de Agosto, Septiembre y Octubre, conocidos como los meses “en que se cubren los kayaks,” eran los preferidos especialmente para renovar la piel de estas embarcaciones. En la zona de Sisimiut los cazadores aprovechaban para estos menesteres los encuentros que se celebraban en pleno verano en Taseralik, en la boca del fiordo Nassuttoq, “a las que acudían muchas mujeres expertas.”

Antes de colocarlas sobre el armazón era necesario coserlas unas a otras para crear una piel única con la que cubrir el kayak. Escoger y cortar las pieles para luego unirlas entre si era un trabajo muy delicado en el que se requería experiencia. Una mujer experta era capaz de cubrir un kayak con  tan solo tres pieles pequeñas y ahorraría trabajo a las costureras. Una mujer inexperta sería incapaz de hacerlo con pieles grandes y sería causa de un trabajo extra para las costureras obligándolas a coser más parches o pequeñas piezas de remate.
Para las diferentes costuras se empleaban tendones de animales que se trenzaban en tres grosores diferentes. Los más gruesos se usaban en zigzag para tensar la piel; 5 brazas para la proa y 4 para la popa. Para las costuras interiores se empleaba un trenzado más fino y otro todavía más fino para las costuras exteriores. Estos últimos se trenzaban en longitudes de una braza.

Al igual que con los tendones trenzados también se empleaban diferentes costuras según la finalidad que tuvieran, pero todas ellas tenían en común que, tal como se ve en el dibujo, para evitar filtraciones las puntadas no podían traspasar simultáneamente las dos solapas. No podemos olvidar aquí que la piel tenía un grosor de 2 a 3 mm.

Para la unión de las pieles se usaba una costura de más o menos un dedo de ancho. En el dibujo aparece con nombre de transversal. Además de colocar la piel en el armazón cuidando de que el solape quedase hacia atrás en el kayak, la costura interior solía dejarse ligeramente floja mientras que la exterior se cosía tensa. Con esto se pretendía evitar la formación de crestas o protuberancias en la piel que pudieran suponer un obstáculo al suave discurrir del agua en torno al casco y ser motivo de algún ruido al navegar.


La piel se dejaba un palmo más corta que la longitud del armazón. En cada extremo se cosía un pequeño fondo de saco o bolsillo usando el pulgar como horma. Se colocaba el kayak boca abajo y un extremo se introducía en uno de los bolsillos. Luego se estiraba la piel sobre el armazón hasta conseguir enganchar el otro bolsillo en el extremo contrario. Después se estiraba la piel hacia los lados hasta que alcanzaba las bordas. Se daba entonces la vuelta al kayak  y se seguía estirando la piel hasta que las partes más anchas se tocaban en el medio de la cubierta. Entonces comenzaba el proceso real de estirar la piel, tuunneq. Esta tarea, que dejaba llagas en los dedos y unos característicos frunces en la cubierta era prácticamente la única en la que el hombre colaboraba. Empezando a la altura del primer travesaño, un poco a popa de su borde trasero, se daba la primera puntada con el tuussutit, el cordón más grueso de los tres. la siguiente puntada se daba en la otra solapa avanzando un palmo de distancia hacia el centro del kayak y la siguiente de nuevo en la primera solapa. De este modo el tendón trenzado discurría en zigzag entre puntadas de un dedo de anchura que se daban junto a la cara interior de las bordas teniendo mucho cuidado de que no traspasaran la piel. A partir de ahí el tensado se repetía una y otra vez estirando la piel con una mano y el hilo con la otra.

[float=left][/float]En el centro de la cubierta se  empleaba una costura doble. Se empezaba por un extremo y no importaba que fuera recta o no. Sí era importante que el cordón en zigzag siguiera tenso durante todo el proceso y los bordes de las solapas debían cortarse una y otra vez para mantener la distancia correcta. Si en alguna zona las solapas no alcanzaban a tocarse  simplemente se dejaba el hueco y se continuaba con la costura. Más tarde se cubría con un parche.

En el dibujo se ven dos tipo de puntada empleada en la costura central. La costura plana se considera menos impermeable que la abultada pero esta última presenta el inconveniente de que es más difícil mantener la cubierta libre de hielo. Aunque Petersen defiende que una mujer experta conocía las distintas costuras y sus ventajas e inconvenientes, Golden mantiene, apoyándose en otros autores, que la elección de un tipo u otro era más una cuestión geográfica. La costura plana según él era característica del suroeste, sur y este de Groenlandia.

Por último, finalizadas todas las costuras y tras haber instalado la brazola de la bañera, toda la piel se untaba con grasa o aceite prestando especial atención a las costuras que se frotaban con aceite de foca para impermeabilizarlas. La piel así tratada quedaba protegida contra la acción del agua del mar y mantenía mejor la tensión.

En un kayak bien cuidado la piel podía durar hasta tres años o más; si el mantenimiento no era tan cuidadoso o el kayak se usaba con mucha frecuencia podía ser necesario cambiarle la piel incluso dos veces al año.
« Última Modificación: 29 octubre, 2008, 20:52:34 pm por Paco García »

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LA PIEL
« Respuesta #37 : 29 octubre, 2008, 20:59:42 pm »
Cubrir el kayak.

Para cubrir la estructura de madera, igual que para todo lo demás,  tenemos varias alternativas,  cada una con sus ventajas en inconvenientes. Los materiales más utilizados actualmente son el algodón el poliéster y el nylon balístico en diferentes grosores. En el kayak que nos ocupa se ha utilizado nylon balístico crudo, sin tratar, de  328gr/m2 en tafetán (tipo de tejido o trama de la tela.) Seguramente habría sido suficiente con un nylon más ligero, y por tanto más delgado, que al encoger no sometiera a la estructura a tanta tensión como lo puede hacer este, pero hay que supeditarse a los imperativos del mercado. En cuanto a los otros materiales prefiero no entrar en el debate sobre sus ventajas e inconvenientes debido simplemente a mi falta de experiencia con ellos. El nylon balístico es un buen tejido, resistente y duradero. Se supone que no es necesario reemplazar la tela de un kayak cubierto con nylon en al menos 5 ó 6 años. Es además un tejido con el que es fácil trabajar y se adapta muy bien a los diferentes contornos de la estructura.

Una de las características más distintivas del nylon es que encoge con el calor. Se dice que es termo retráctil. Los días de sol y calor notaremos que la piel de nuestro kayak está más tensa, mientras que los días fríos y húmedos la veremos más floja. Es muy importante entender el comportamiento del nylon ante los cambios de temperatura y humedad si queremos utilizar este material.


[float=left][/float]El nylon necesita una combinación de humedad y calor para encoger. Por este motivo después de colocar y coser la tela en el armazón, la empapamos de agua y después la secamos con el calor de una plancha, o mejor si es calor húmedo como el de una “vaporeta.” Hay quien simplemente deja que el kayak se seque al sol. Con esto conseguiremos que la tela encoja un cierto grado adquiriendo una mayor tensión en la estructura. Aún así seguirá reaccionando ante los cambios de temperatura y humedad pero con ese sistema habrá encogido de manera definitiva y lo que es más, con el tiempo veremos que la piel de nuestro kayak está cada día más tensa.

Cuando colocamos la tela sobre el armazón conviene que lo hagamos en un lugar fresco para que el tejido esté más relajado, pero no debemos buscar la tensión de la piel de un tambor. Basta con que notemos cierta tensión al presionar con el dedo ya que como se ha visto, es al mojarla y secarla con calor cuando va adquirir la tensión definitiva. También hay quien prefiere mantener húmeda la zona de las costuras mientras cose también para que la piel esté más relajada y sea más fácil tensarla. Cuando empapemos la tela debemos ser cuidadosos de no empapar la estructura. La madera tardaría mucho más en secar y eso conllevaría una pérdida de tiempo ya que no debemos aplicar el barniz hasta que todo el conjunto este perfectamente seco. También debemos ser muy cuidadosos al aplicar calor. Si tratamos de encoger la tela con calor seco, como el de una pistola de calor o cuando el nylon ya se ha secado, las fibras perderán su elasticidad y cuando absorba humedad estará más floja que si no hubiéramos tratado de encogerla. También hay quien recomienda mojar bien la tela antes de colocarla y aplicarle calor una vez cosida, pero en ese caso correríamos el riesgo de que el nylon encogiese demasiado y deformase el armazón, especialmente si este no es muy robusto o si el nylon es muy grueso.

Para colocar la tela sobre la estructura hay también distintos métodos. En la serie fotográfica se explica el proceso que hemos seguido para cubrir nuestro kayak y que sigue casi al pie de la letra el método  que recomienda Brian Schulz, de Cape Falcon Kayak, en su página web.

Pinchando en la imagen se accede a la secuencia de fotos explicativa de este proceso.
« Última Modificación: 29 octubre, 2008, 21:02:36 pm por Paco García »

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BRAZOLA DE LA BAÑERA
« Respuesta #38 : 30 octubre, 2008, 07:51:01 am »
Instalación de la brazola.

Empezamos por marcar el centro de la cubierta sobre el masik y sobre el travesaño nº 7. Marcamos también el centro de los bordes delantero y trasero de la brazola y la colocamos sobre la tela apoyada en el masik y en el travesaño nº 7 y alineada con el centro del kayak. En la secuencia fotográfica vemos el modo de sujetar la brazola al armazón. Deslizamos un lápiz sobre el borde interior de la brazola para marcar sobre la tela el contorno interior de la brazola. Dibujamos un segundo óvalo por dentro del primero y a una distancia de él de unos 25 mm. Recortamos por esta segunda línea y fundimos los bordes del corte para que no se deshilache.

Marcamos  también en la tela el punto de contacto de la costura central con el borde exterior de la brazola, tanto en el extremo delantero como en el trasero. Retiramos la brazola y completamos la costura central de la cubierta que como recordaremos la habíamos finalizado un poco antes de alcanzar la brazola. Para evitar abultamientos en la costura justo bajo la brazola que provocarían un mal asiento de esta, trataremos de plegar el solape de la costura sin enrollarlo sobre si mismo sino dejándolo lo más plano posible.

Volvemos a colocar la brazola en su sitio y la sujetamos a la estructura como se ve en las fotos. Sujetamos la tela al marco de la brazola con puntas delgadas de unos 2 cm de longitud. En esta operación es necesario tensar adecuadamente la tela. Empezamos en un extremo del eje menor del óvalo. Recordemos que en el marco de la brazola habíamos perforado una serie de taladros de 3 mm espaciados entre si unos 25 mm. Perforamos la tela con una punta justo enfrente del agujero del marco que esté más próximo al extremo del eje menor. Perforamos la tela como unos 6 mm por debajo del nivel del agujero del marco, apalancamos con la punta hacia arriba y la introducimos en ese agujero del marco. Repetimos en el extremo contrario del eje menor. Después repetimos esta operación en los extremos del eje mayor. A continuación colocamos otras cuatro puntas en los agujeros que están a medio camino de las cuatro puntas que ya hemos puesto. Después colocamos las 8 puntas que dividen en dos partes iguales los espacios que hay entre las puntas de la secuencia anterior. Colocamos las puntas correspondientes a los dos extremos de un eje antes de pasar a otro eje. Respetando este sistema de trabajo seguimos poniendo puntas hasta que haya una en cada en cada taladro del marco. De este modo aplicaremos tensión a la tela de un modo uniforme y homogéneo en todo el perímetro de la brazola.

Para coser definitivamente la tela a la brazola se puede usar un hilo fuerte de nylon sin encerar. Un hilo de 1,5 mm  de diámetro y de longitud igual a 1,5 veces el perímetro de la brazola puede ser suficiente. Sacamos una de las puntas. Pasamos un extremo del hilo por el agujero que deja en la tela, doblamos el borde de tela hacia el marco de la brazola y lo atamos con el nudo esquimal que a estas alturas sabemos de memoria. El otro extremo del hilo lo enhebramos en una aguja y lo pasamos hacia el exterior por el agujero vacío del marco. Quitamos la siguiente punta y pasamos aguja e hilo por el taladro hacia el interior de la bañera. Pasamos la aguja por el agujero que dejó la punta en la tela, plegamos el borde de tela como antes, volvemos la aguja por encima de la tela y la hacemos salir por el mismo agujero que había entrado. Tensamos y vamos al siguiente agujero. Una vez cosido el último agujero tensamos toda la lazada como se ve en las fotos, con ayuda de algún utensilio punzante. Para acabar esta lazada pasamos la aguja por el primer agujero damos una puntada en la tela y anudamos con una serie de nudos simples.

[float=left][/float]


Pinchando  en la foto se accede a la secuencia fotográfica relativa a este apartado.
« Última Modificación: 30 octubre, 2008, 07:53:13 am por Paco García »

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LA PIEL
« Respuesta #39 : 30 octubre, 2008, 07:59:28 am »
Barnizado.



Para impermeabilizar la tela es necesario aplicar algunas manos de barniz o pintura. El producto más utilizado para este fin es sin duda el barniz de poliuretano de dos componentes con protección ultravioleta. A día de hoy, sin embargo, los pocos constructores de kayaks tradicionales que puede haber en España no parecen haber encontrado el producto definitivo o al menos un producto que de una respuesta satisfactoria a un precio razonable. En el foro de kayakdemar.com hay un debate abierto sobre este tema y es de esperar que pronto se puedan recomendar con rotundidad algunos productos concretos.

El binomio nylon-barniz presenta una problemática difícil de solucionar. El nylon es un soporte al que se adhieren mal los barnices y además debido a su comportamiento ya explicado frente a los cambios de temperatura y humedad, se necesita un barniz elástico que se acomode a los movimientos de la tela. Por regla general los barnices de poliuretano son muy resistentes a la abrasión, a la acción del agua y otros productos y aumentan la resistencia al desgarro de la tela, pero también por lo general son demasiado rígidos. En consecuencia hay que elegir cuidadosamente el producto a aplicar.

Para aplicar el barniz tendremos que seguir las instrucciones del fabricante sobre todo en lo relativo a los tiempos de secado entre una mano y otra. Nos debemos preocupar eso si de que la tela esté bien seca.


[float=left][/float]
Podemos comprar barniz con color o incoloro, en cuyo caso podemos teñirlo con pigmentos que cumplan las recomendaciones del fabricante o podemos dejar la tela en su color natural lo que resultará en un acabado traslucido que deja entrever la estructura de madera.
Antes de barnizar la tela conviene perforar los agujeros necesarios para instalar las líneas de cubierta. En el próximo apartado trataremos el modo de instalar estas líneas y de practicar los agujeros. Por ahora basta con anotar que se pueden usar los agujeros de las líneas de cubierta situadas cerca de ambos extremos para suspender el kayak del modo que se ve en las fotos mientras lo pintamos. Pasamos una punta por cada agujero de un extremo y atamos un alambre de una punta a la otra. Repetimos en el otro extremo y ya podemos colgar el kayak suspendido por estos alambres.

También conviene encintar la brazola o incluso tapar por completo la bañera con papel para evitar mancharlas con la pintura.
« Última Modificación: 30 octubre, 2008, 08:03:57 am por Paco García »

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LÍNEAS DE CUBIERTA
« Respuesta #40 : 30 octubre, 2008, 08:11:00 am »
Líneas de cubierta.

“Son las líneas de cubierta y aparejos  lo que convierten un kayak groenlandés en un kayak de caza” (Harvey Golden, Kayaks of Greenland)

Con el nombre de líneas de cubierta se hace referencia a las correas, normalmente de cuero que se colocan tanto en la cubierta de proa como en la de popa para transportar distintos elementos de nuestro equipo, como pueden ser una pala de repuesto, un  norsaq o cualquier cosa que queramos llevar a mano. Una vez más podemos decir que existen gran variedad en cuanto a la disposición de las líneas de cubierta. H. C. Petersen viene a decir que se podría determinar la procedencia de un kayak solo por el modo en que se han colocado las líneas de cubierta.

En este kayak se ha buscado una distribución sencilla. Una correa simple justo a proa del travesaño nº 1, una correa doble emplazada sobre el travesaño nº 5 y otra sencilla 4 ó 5 cm más a proa, otras dos líneas sobre el travesaño nº 8 y otra línea simple en el extremos de popa junto al último travesaño.

Para las líneas se suele usar lo que en inglés llaman cuero látigo, un tipo de cuero curtido al cromo que tolera la acción del agua sin decolorarse ni ponerse rígido. Es fácil encontrar en el comercio cordón de cuero en diámetro de 6 ó 7 mm perfectamente apto para este uso.

En las líneas se suelen insertar, aunque no siempre, cuentas y tensores. Las cuentas son especialmente útiles en las líneas de los extremos para mantenerlas a cierta altura sobre la cubierta y poder deslizar la pala de repuesto, por ejemplo, debajo de ellas. Este tipo de cuentas a veces también se colocan en las líneas centrales con el mismo fin de que resulte fácil deslizar bajo ellas lo que queramos sujetar allí y al mismo tiempo que impidan un deslizamiento lateral del objeto en cuestión, como pueda ser , por ejemplo, un cuchillo.

En cada línea doble hemos insertado dos tensores que se ven en la serie de fotografías. Los agujeros en cada tensor están unos 35 mm más próximos entre si que los agujeros de las bordas correspondientes al mismo par de líneas. Al deslizar los tensores hacia el centro de la cubierta las líneas se aflojan. mientras que si los deslizamos hacia los laterales, las líneas se tensan.

La distancia entre los agujeros de los tensores es en este caso de unos 7 cm, de modo que podamos pasar la pala por debajo de ellos y sujetar una hoja sobre la cubierta mientras que la otra sobresale hacia un lado perpendicularmente al kayak. La pala actúa entonces de balancín ayudándonos a estabilizar el kayak cuando embarcamos o desembarcamos o cuando en medio de una travesía necesitamos las dos manos libres para lo que sea.

Los taladros en las bordas se hacen unos 15 ó 20 mm por debajo del canto superior. Conviene que tengan 1 mm menos de diámetro que los cordones de cuero para evitar que se filtre el agua por ellos. También debemos alejarnos como 2 cm de las escopladuras hechas en las bordas para los travesaños. Para perforar la tela se puede usar una punta roma, de diámetro adecuado que calentamos al rojo. Al aplicar la punta caliente sobre la tela se formará un agujero con los bordes ya fundidos. No conviene dejar la punta sobre la tela mucho tiempo porque el agujero resultará de un diámetro excesivo. A continuación perforamos las bordas con un taladro.

[float=left][/float]




En la serie fotográfica se ven en detalle el modo de colocar las líneas de cubierta.





« Última Modificación: 30 octubre, 2008, 08:24:25 am por Paco García »

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Re: KAYAKS SKIN ON FRAME Parte 1
« Respuesta #41 : 30 octubre, 2008, 08:18:07 am »
Punto final.



Y colorín colorado este kayak se ha acabado.

Poco más hay que decir. El kayak está terminado y listo para navegar. Por desgracia no dispongo de fotos propias en las que se le vea navegando, ni he recibido autorización para publicar las ajenas. Si alguien tiene interés en ver algunas fotos de este kayak en acción, puede hacerlo en la página de la Asociación Galega de Kaiak de Mar.
« Última Modificación: 30 octubre, 2008, 08:21:18 am por Paco García »