Soy propietario de un Sikuk modular y antes lo he sido de otros kayaks convencionales, tanto de fibra como de plástico, e incluso de un kayak desmontable "de los buenos" (un Nautiraid de aluminio de 5 m. de eslora).
Creo que hay dos formas de tener un kayak: fijo, a pie del agua o guardado en algún lugar. Si lo tienes a pie de agua, puedes salir mucho y muy cómodamente, y es la solución ideal para una práctica deportiva del kayak en la que prime el ejercicio físico por encima del entretiniento, la exploración, el paisaje. Puede acabar resultando monótono por el hecho de repetir constantemente el mismo escenario. Para ese tipo de práctica, da un poco igual la eslora, el peso, el material, etc... tienes un acceso cómodo y fácil al agua, con lo que es muy factible utilizar grandes esloras como las habituales en el surfski.
La segunda forma de tener kayak es guardado más o menos lejos del agua y más o menos cerca de casa. En estas circunstancias se hace necesario cargar y descargar el kayak cada vez que queramos utilizarlo y además transportalo por carretera y llevarlo al agua. Si contamos con un remolque, las operaciones son mucho más fáciles, cómodas y seguras, excepto la del aparcamiento cerca del agua y la puesta al agua. Pero, el modo más habitual y económico para el transporte es la baca del coche. Y con un kayak convencional es donde empiezan los problemas: la baca estorba y hace ruidos, las jotas molestan en los techos de los parkings, las "uves" a veces también... Para un uso muy frecuente se puede dejar todo puesto, pero quizás lo más habitual es tener que montar y desmontar las barras del techo con las jotas, para empezar. Lo siguiente es subir el kayak, que ya tiene un cierto peso y aunque hay sistemas que facilitan la operación (Karitec, Thule, etc...) son carillos. Superada la fase, hay que atarlo, señalizarlo y ponerse en marcha. Ojo con las velocidades en vías rápidas, a mi me volado algún kayak !dos veces el mismo día!... (Ahí fue cuando decidí cambiar al sistema modular porque aún estoy buscando la explicación al incidente segundo). Y al llegar a destino, aparcar y ponerlo al agua, que según y donde es otro trabajito.
Al final todo el proceso es tiempo y esfuerzo: carga al coche, ata bien, desata y descarga en la playa, vuelve a cargar y atar en la playa y desata y descarga en casa. Un kayak de 4 ó 5 ó 5,20 m. y 20, 25 ó 28 kg. de peso, se maneja SOLO con cierta dificultad y bastante esfuerzo, agravado en según y qué lugares (a veces estrechos, entre otros coches, o con viento, etc...). Y eso hace que superado el "subidón" inicial de la afición, te lo pienses dos veces antes decidir una salida y planifiques algo más o sientas cierta pereza.
En mi caso, compré un desmontable "bueno" de segunda mano (el Nautiraid, con estructura de aluminio y 5 metros de eslora), que es un buen kayak para aventureros: cabe en cualquier maletero y navega decentemente por mar. Y a su gran facilidad de transporte se le une un gran inconveniente: se tarda 20 ó 25 minutos en montar y otros tantos en desmontar. Y en pantanos y ríos, bien. Incluso en las playas fuera de temporada, también bien. Pero para montarlo en una playa en verano hay que tener alma de showman... Y no es mi caso. Un tío manipulando tubos veinte minutos en agosto al sol, cerca del agua, rodeado de gente, respondiendo preguntas, fotos y demás... No, decididamente, no me sentía nada cómodo.
Así que llegué al modular. El Sikuk en tres secciones. Algo más de 5 m. de kayak en tramos de menos de 2m. de longitud y menos de 10 kg. de peso. Sobra decir que se maneja perfectamente por una sola persona sin esfuerzo alguno. Lo cargo en el coche (abatiendo lo asientos traseros) y sin ninguna pereza, a cualquier hora del día, a cualquier velocidad y por cualquier playa, salgo a navegar. Sigue llamando la atención eso de llevar un kayak "troceado" y siempre despierta la curiosidad de alguien que pregunta y demás, pero nada comparable a otros shows del pasado. Es realmente cómodo entrar por cualquier playa y montar en 5 minutos en la orilla, aunque la playa esté abarrotada de gente. Se limpia y endulza mucho mejor y se guarda más facilmente y en mucho menos espacio.
El manejo y sensaciones son exactamente iguales a uno de fibra convencional. Ojo, no tengo orza ni timón, que complicarían algo más el montaje. A veces podría venirle bien, pero obviamente no se puede tener todo.
Para mi el kayak modular es la diferencia entre salir sin ninguna pereza, ninguna planificación, ningún inconveniente, a cualquier distancia y en cualquier condición y ... pensárselo y acabar saliendo ... o no. Y podré tener otros (nunca digas "de este agua no beberé") pero creo que siempre, siempre, siempre, tendré un modular.
Ahora la cuestión económica. Ciertamente son más caros, pero para mi compensan sobradamente. Y como soy un optimista nato, debo decir que el hecho de ser más caros puede hacerte valorarlo más y cuidarlo más, cosa que seguro que le va bien al kayak, ya que no debemos olvidarnos que el mecanismo, las juntas y tornillos deben ser tratados con más cuidados que un kayak que no los tenga.