Pues perfectamente lo han explicado los compañeros.
Lo importante es ir relajado en él, nada de tensiones ni posturas fijas que al final hacen que uno vaya al agua, claro.
Y como último aporte yo te diría que es más fácil mantenerse en un kayak, al empezar, que en una bicicleta (al empezar también).
Cualquiera que haya empezado en una bici (sea niño, chaval o adulto) seguramente haya caído más de una vez, hasta que le pille el truco (a base de práctica).
En cambio, en un kayak, es bien fácil el día del estreno, subirse a él (con agua tranquila, claro), y simplemente dar unas paladas. Nadie debería volcar, ni aún en su primera vez.
Y, por otro lado, y quizá fundamental a la hora de ya irte metiendo en zonas con cierto movimiento, tienes que mentalizarte y practicarlo, para que te salga por instinto, el hecho de que la pala, al final, es la que te salvará del temido vuelco.
En una bici, si pierdes el equilibrio, podrías echar la pata de ese lado para evitar más daños en la caída. Pero en un kayak, la pala, te dará la diferencia entre acabar volcando o no, si has perdido el equilibrio. Por lo tanto, no pienses que mantenerse encima de él consiste en intentar (aún con demasiado esfuerzo) mantener la posición erecta de equilibrio (esto te llevará a ir tenso). Tienes que relajarte, y la cadera será la encargada de estabilizarte, si en algún momento notas que te vas más de un lado y te parece que vas a volcar, apoya la pala por ese lado. Te sorprenderá lo que puede soportar.
Todo esto lo puedes practicar en aguas completamente planas, sólo has de forzar tú la caída hacia algún lado, aplicar el apoyo de pala, y recuperarte gracias a tal apoyo, tirando con la cadera para enderezarte. La práctica hará que luego sea más instintivo.