Toma, toma y toma. Menudo sustazo, lo estoy leyendo y se me aprieta la garganta pensando como te sentiste cuando viste que el barco se te echaba encima sin poder hacer nada.
Manolo, mi más sincera felicitación, me alegro muchísimo de que estés bien y enhorabuena por esos reflejos.

Acabas de inventar el MERLOESQUIMO, es un tipo de esquimo que se hace al revés: es decir que en vez de salir del agua, uno se mete de cabeza como alma que lleva el diablo je je.
Me gusta analizar en frío situaciones de peligro pero en este caso, poco se puede hacer puesto que, según cuentas, no te vieron y claro como no nos colguemos del chaleco una sirena de barco a ver como llamamos su atención, ¡eso si da tiempo¡.
Muchas gracias por contar tu experiencia, así aprendemos todos un poco.
Se me viene a la cabeza una situación que viví en primera persona.
Estaba en Mazarrón (Murcia) con un amigo y mi hijo pescando en una zodiac pequeña, que para el caso es como un kayak.
Teníamos el ancla echada y entre nosotros y la costa, a lo lejos vimos pasar un barco de pesca, muy a lo lejos a mi entender. El viento soplaba mar adentro por lo que nuestra quilla apuntaba a tierra.
De pronto, cuando el barco había pasado, dice mi hijo: “Que vamos a toda leche” , levantamos la mirada de los aparejos y efectivamente, giro de 90º y dirección a Cabo Tiñoso, detrás del barco (insisto, a lo lejos). Por supuesto que no nos oirían aunque gritásemos.
Casi atónitos y sin saber que pasaba, analizamos la situación y la única posibilidad era que el barco fuese un arrastrero y nos hubiera arrancado el ancla.

Rápidamente mi amigo se tiró al agua, me pidió un cuchillo y cortó la cuerda que saliendo de la proa por la parte inferior nos unía al ancla. La perdimos, junto con la cuerda y la cadena pero contentos de estar a flote y a seguir pescando a la deriva. ¿Qué hubiera pasado si el ancla no se suelta del fondo?
Así que ya sabéis si pasa un pesquero aunque sea lejos, a recoger el ancla chicos.
Lo dicho Manuel, contentísimo de que todo haya quedado en un susto y lo del kayak seguro que se arregla.

Un abrazo
Antonio.