En esta vida, el que sobresale por algo, siempre desprenderá todo tipo de opiniones (buenas y malas).
Mi punto de vista, siempre inminentemente pragmático, me hace mitificar a muy pocas personas y cuando las tomo como referente, las valoro mas, porque su proeza me valga mas en grado de satisfacción, que de sufrimiento (aunque para lo primero vaya implícito lo segundo, pero en su justa medida).
En la historia de la humanidad, hay muchos aventureros y héroes que se recordaron por el logro de su fin alcanzado. De todos los que quedaron en el intento, poco o nada se dice (es triste, pero es así).
Hoy día, cuanto mas acceso a la información de todo tipo de hazañas (y algunos inútiles récords), convertimos en mitos a demasiada gente (algunos, para bien o para mal, no se lo merecen).
Has mencionado anteriormente, el caso de los “ciudadanos de a pié”, que Jesús Calleja
y su equipo, han hecho subir por encima de la cota 7000, en el Everest.
¡Pues ahí tienes la prueba! (y tu contradicción). Un ciudadano normal, con una forma física media, con los medios adecuados (sobre todo económicos, pues ya los permisos para una ascensión a estas cumbres, “valen una pasta”), el tesón de los organizadores y su seguridad para la buena marcha de la actividad, puede conseguir, lo que algunos creían algo inalcanzable o solo accesible para “superhombres” o deportistas de élite. ¡Ojo! Sin minusvalorar, que han experimentado las condiciones durísimas del clima, la altura, la aclimatación, etc. que conlleva esa actividad.
Respecto a Freya. Los riesgos, siempre que estén controlados y sean de fácil solución, dejan de ser un problema mayor. En tanto en cuanto, estos riesgos sean asumidos y contempladas sus soluciones, garantizarán el éxito de la empresa (no me cabe duda, de que Freya lo conseguirá) . Y por supuesto, no le quita mérito a esta palista excepcional y que seguramente ya es un referente para muchos.
Prefiero ensalzar y valorar mas, a personajes, que con muchos menos recursos (materiales y económicos), han conseguido su hazaña particular (y por mi parte envidiable), como Xavier, en su travesía circunnavegando la península ibérica.
Lo de las cañas, cada vez estoy menos habituado y la shandy, no me gustan (pero ya caerán, ya)
