Casi todos vienen por no ir concentrado o ir pensando en otras cosas, en fin, descuidos.
Y más en un embalse o lago de estos tamaños (otra cosa son los Grandes Lagos, que puede ser como un mar).
Además de los anotados por los compañeros:
-Meter la pala mal o no contar con que la hundes y te desequilibras ... vuelco.
-Te puede pasar de ir avanzando y no ver que puedes hacer fondo, con unas rocas o terreno más elevado (es que vas distraido o el fondo apenas se ve, claro), desequilibrarte y ... vuelco.
-Que el viento aumente sobremanera y en una de estas una ráfaga bien fuerte, que no la esperas, en el ángulo menos oportuno, te desequilibra ... y vuelco.
-Etc...
Las razones pueden ser muchas como ves, y eso se debe a que en el kayak sólo hay dos puntos de equilibrio ¿"metaestables"?, cuando estamos volcados, y cuando vamos sobre él, respetando el margen que nos da el centro de gravedad con el centro o punto de equilibrio.
Pero lo que tienes que tener claro es que tras ese "desequilibrio" sensación que transcurre en una centésima de segundo, pero que se aprecia claramente, el uso de la pala puede ser la diferencia entre volcar o no. Asimila los apoyos con la pala, con los apoyos bajos debería bastarte. Aunque incluso tienes los apoyos altos (que es cuando ya el cuerpo está tocando el agua, por así decirlo)
Sobre el tema temperatura del agua, hay que vestirse acorde con ella, y practicar toda técnica que te permita volver sobre el kayak lo más rápido posible, esquimotaje o rol (sin salirse de bañera), ayuda de un compañero (rescates asistidos), flotador de pala, rescate a caballito, etc...
Hay tantos rescates, o más, como formas de volcar.
Te diré cómo fueron mis inicios y evoluciones, para que te hagas una idea:
En la compra del primer kayak cerrado ya agencié el flotador de pala, ya que el esquimo sabía que existía pero no sabía hacerlo, y la lógica me decía que en cualquier momento podía volcar ¿cuál era la solución para volver a estar seco? la más rápida es volver sobre el kayak, y luego la de ir hasta tierra (pero quién sabe a qué distancia estás de ella).
El flotador de pala está diseñado objetivamente para este rescate, y para gente que no pueda usar otras técnicas, por lo que sea.
Te aporta el equilibrio y la estabilidad necesarias, sin requerir demasiado esfuerzo.
Eso sí, hay que practicarlo, y lo mejor es ahora, con el calorcito, y ejecutarlo de manera correcta. Cuando te sientas confiados con él, saldrás más seguro. Antes de darte un paseo por tu embalse te animo a que estudies tal rescate, lo practiques, y que te salga varias veces. Luego ya puedes ponerte a palear por donde quieras
