La mayoría de nuestros carros para kayaks, usan el mismo modelo de ruedas, con llanta de plástico. La ventaja de las ruedas con llanta de plástico, es que no contienen rodamientos, ni casquillos de acero, cosa que con el tiempo y el agua marina, los destruiría o bloquearía por el óxido.
Después de varios años de uso y unos cuantos kilómetros recorridos, el interior de la llanta sufre un desgaste significativo. Este brico, trata de reparar este deterioro o mejorar la llanta, para que no se produzca (en caso de que todavía no se haya llegado a ello).


Utilizaremos un tubo de aluminio, de diámetro exterior, lo mas parecido al diámetro interior de la llanta.


Cortaremos el tubo “al ras”, con la llanta, quedando a modo de casquillo. Para que este casquillo no gire dentro de la llanta, lo pegaremos con silicona caliente o cualquier pegamento, no muy fuerte. El motivo de esto, es por si en un futuro tenemos que sustituir este casquillo por otro nuevo, habida cuenta, que va a rodar sobre un eje de acero inoxidable, que siendo mas duro que el aluminio, acabará desgastando a este.

Para finalizar, pegaremos con pegamento de cianoacrilato, unas arandelas de acero inoxidable a los cubos de las ruedas, para que no se desgasten con el rozamiento sobre la estructura de nuestro carro y de los clips de cierre de sus extremos. El diámetro interior de estas arandelas, será el mismo (o unas micras superior), que el dinámetro exterior del eje de acero inoxidable de nuestro carro. Esto evitará la entrada de arena en su interior.


Como siempre, antes de montar las ruedas sobre el eje, lubricaremos con bastante vaselina, toda la superficie de este, en contacto con el casquillo nuevo de las ruedas.
¡Y ya tenemos ruedas nuevas, para unos cuantos años mas!
