El material a que te refieres, que hace de pared interna (llamado “mamparo”, en el argot náutico), es foam y no te debe de preocupar su olor, como te ha dicho javio. Solo es olor a humedad, por dejar los tambuchos cerrados, después de su uso. No se descompone tan fácilmente. Cuando lo dejes abierto varios días, verás que ese olor desaparece o se hace casi imperceptible. El objeto de este mamparo en el interior del casco, es para darle rigidez a la cubierta y no se hunda por esta zona cuando estés subido a el, ni se aplaste por la zona de la quilla.
Le puedes hacer tantos tambuchos como quieras y te permita tu kayak (incluso cañeros empotrados, si te gusta la pesca). Consigue primero las tapas y luego (cuando te asegures de que son las suyas y encajan perfectamente), le abres el agujero. El agujero, lo puedes hacer con una “sierra de calar” cualquiera, dejando un labio de un centímetro aproximadamente, para no debilitar demasiado la boca del tambucho. En el apartado de “Brico”, hay incluso vídeos del proceso.
Respecto a la decoloración de las palas (no se llaman remos), no te debe de preocupar tampoco. Yo no las pintaría, pues tarde o temprano se van a rayar o desconchar y el resultado será aun peor, que dejarlas tal como están ahora. El único mantenimiento que le debes de dar al kayak y las palas, después de cada uso, es enjuagarlo con agua dulce y dejarlo secar a la sombra (jamás al sol) y con las tapas de los tambuchos quitadas, para que no se deformen estas, ni coja humedad el interior. Si las palas han perdido color, no será del salitre, sino de exponerlas demasiado tiempo al sol.
¡Ah! Es importante que sepas, que algunas tapas de tambuchos, no sellan perfectamente y puede que les entre algo de agua en el interior (aunque sean unas gotas). Por lo que todo lo que metas en el interior de los tambuchos, protégelo dentro de bolsas estancas, para que no te lleves sustos futuros.
Un saludo y disfruta de tu nueva monura, sin preocuparte demasiado (pues es mas dura de lo que te piensas).
