Ahora las explicaciones.
El remo rojo es de un bote de los que hay en la rampa de Miño (esa misma rampa que se ve en tal foto, un poco más arriba). Sucedió que me despedí de Twingo, él tiró hacia Sada, y yo me dispuse a desembarcar en esa rampa, como otras veces tengo hecho. Esta vez, quizá por causa del destino

, en cuanto ya estaba con los pies en la rampa, dejé mi pala en ella, claramente donde no llegaba el oleaje, y me dispongo a cargar el kayak, sacarlo del agua y apoyarlo en la rampa, para secarlo interiormente y demás.
En cuanto apoyo el kayak ya en la rampa, viene una ola más alta que las que aparecían momentos antes y me pilla la pala.
No me dió tiempo a alcanzarla ... ¿y ahora? Con cara de tonto me quedé.

Si estuviera Twingo viendo la maniobra, se escojonaba

, pero seguramente me recogiera él la pala.
Por suerte allí estaban estos botecitos (son los que usan para llegar a los botes algo mayores) y uno tenía tal remo, debía pesar 4 kilos o asi, por poco me vuelca el cab***cete

Antes de eso pensé en acercarme impulsándome con las manos, pero no me arriesgué

En fin, pala de repuesto siempre, si es que no aprendo. O si sólo llevas una, siempre agarrada y bien agarrada, o sujeta al kayak si es que lo tienes bien agarrado.
El Murano está volcado, por supuesto. Es Twingo que vuelca y desvuelca sin despeinarse. En la toma que me río ampliamente estaba viendo que él se acercaba y una ola que le vino la aprovecha y se tira, para rolar inmediatamente. Y luego, cuando nos íbamos a abarloar, más de lo mismo, viene la ola y yo lo tenía agarrado, pero él decide volcarse de nuevo adrede ... por eso me separo un poco de él para permitirle rolar por ese lado, que es por donde lo hace. De todos modos, donde estamos hacemos pie
