Tras varias salidas con las dos palas de madera, por fin pude hacer una especie de "comparativa rigurosa" en mi caso particular. Basada fundamentalmente en un par de pruebas.
Recordad que se trata de una pala por denominarlas de alguna manera, digamos que la pequeña, de 2 m. de longitud total, con anchura máxima de 7,5 cm. en las puntas y reduciendo desde las mismas, vamos, siguiendo los cánones, mientras que la grande, de 2,25 m. en total, con anchura en las puntas de 8 cm., que aumentan hasta 9 cm. y se mantienen para luego buscar los hombros. Ambas con pértiga de 50 cm. Y los pesos disparatados de 1,5 Kg. la corta (rectifico, a día 25/11/16 está exactamente en 1428 g. tras una lijada y una aceitada) y 1,8 Kg. la larga.
La primera, con otro kayak y otro palista al lado, intercambiando palas, un rato él llevaba la corta y yo la larga, y a la inversa, paleando tranquilamente prácticamente no hay diferencia, más que la de que uno se cansa mucho más con la grande. Cuando hay que echar una carrera, salir de parado y mantener el mayor ritmo posible, en cualquier caso, independientemente de kayak y palista, ya que fuimos cambiando, con la pequeña no conseguimos ninguno de los dos mantener tan alto ritmo de paladas como para seguir a la grande. Con lo que se queda uno atrás y también se acaba cansando. Pero reitero, para ritmo normal de travesía se aguanta perfectamente y con menos esfuerzo.
La otra prueba fue los dos días que navegué en la quedada de Ribadeo, el primero sobre los 24 Km. y el segundo sobre los 26 Km., según las mediciones en mapa, seguro que fue algo más en realidad. El primer día llevé la pala grande y el segundo la pequeña. Confirmando más o menos lo de arriba y lo que ya esperaba. Con la grande mantenía el ritmo que quería dentro de las limitaciones propias mías y de mi kayak -lógicamente los palistas entrenados con un kayak de fibra y de 5,50 por 55 nos dan veinte vueltas a mi Seayak y a mí, pero de eso no le vamos a echar la culpa a la pala, o no solamente a la pala

Además de alcanzar la razonable velocidad que quería, tenía un total y tranquilo control sobre el kayak, con apoyos seguros, etc. Decir que las condiciones fueron buenas ambos días, pero incluso un poco mejores el segundo día, con lo que se refuerza el tema del superior control con la pala mayor. Pero claro, llegué derrengado, sobre todo por la parte superior de la espalda, que notaba cargada. De cualquier manera, aún sin entrenamiento específico ni una buena forma física, mi trabajo es de oficina, tampoco tuve demasiados problemas, tirones, lesiones, dolores tremendos, etc.
El segundo día hice toda la travesía con la pequeña. Ahí en vez de ir el cansancio a más casi parecía que según iba paleando iba estando mejor, confirmando la ligereza de paleo que proporciona la menor superficie. El peso también es menor, pero tampoco es para tanto la diferencia, sigue siendo mucho, así que lo achaco sobre todo a la forma y dimensiones de la pala. Pero el problema es que casi todo el camino iba "al límite" de revoluciones para conseguir mantener el tipo, y eso de adelantarme a otros, pararme para hacer unas fotos y luego volver a cogerlos como que no...

Se podría pensar que es que era segundo día, que algo también influirá, pero creo que es lo de menos. Es que no podía darle a la pala a la velocidad necesaria... que quizás con entrenamiento específico sí que se consiga, pero casi que confío menos en mi agilidad que en mi aguante. Y aunque había algo menos de ola que el primer día, también menos viento, y estaba un poco más "marinizado", notaba a veces la falta de control con la pala.
Así que ... para la próxima creo que voy a tirar por el camino del medio, pero inclinando la balanza hacia la grande, manteniendo cómo no la siempre presente filosofía de "a quitar siempre hay tiempo"

En definitiva: largo total 2,25 m., la pértiga la tengo ya adaptada a mi persona con los 50 cm. y 4 x 3 cm., aunque quizás le pueda bajar a 4 x 2,8 p.ej. sin apenas notar la diferencia. Y ovalizarla más, junto con suavizar un pelín más los hombros, pero dejándolos aún bien marcados, probé otras sin hombros y no me gustan. Suaves pero marcados. Sí que no hay que mantener el grosor de 4 más allá de la pértiga para nada, así que reduciendo directamente, ya sé que no la voy a querer de más de esos 50 cm.
Las anchuras creo que van a ser esta vez de 7,6 cm. en las puntas, aumentando durante 20 cm. a ¿8,2-8,4? que mantendremos otros 20 cm. para luego ir a los hombros. Y las hojas menos gruesas, con el grosor de la pequeña llegará.
Para maniobras "diarias" bien puedo con los 8 cm., pero cuando quiero practicar esquimos se me antojan un poco demasiado, mientras que la de 7,5 la cojo bien o incluso sobradamente. Pero entre que me gusta la forma de "oliva" estéticamente y que no quiero perder mucha superficie creo que por ahí andarán los tiros.
La pala grande actual mientras que no me "muele" cumple perfectamente con la idea que tenía en mente desde un principio, basada en la seguridad y el control.
O cualquier alternativa que se os ocurra pero respetando las ideas de arriba... los que tengáis palas con anchuras máximas desplazadas de los extremos agradecería indicáseis por aquí -algunos una vez más, ya sé que soy un pesado, pero por tenerlo recopilado- las dimensiones, en la pértiga ya no tengo dudas, es cuestión totalmente ergonómica, también probé con pértiga redonda en fibra y aunque las palas son una gozada, no hay color, me encanta la forma ovalizada!
Y con esos cambios aún siendo en pino debería bajar ya a un peso más manejable, espero...