Ala.
De los días en la UCI ayer a planta y hoy, ya después de desayunar, una reflexión profunda sobre los tiempos de la vida, sobre el bienestar y la esperanza que nos es común.
Como cada mañana es cada momento: es haber aprendido y es prepararse por el futuro.
Lo miramos con la curiosidad y la inocencia de niños, sin rencor ni exclusiones. Sólo es que los momentos son irrepetibles.
Y como ya toca: mejor tomárselo con ganas. Te hace más fuerte, más guapo y más flexible.
Los tiempos malos son pasajeros, los tiempos buenos también. Es lo que les hace buenos.
Aúpa Alberto