En la Macedonia griega está la península Calcídica que a su vez tiene tres penínsulas con unas formas en el mapa muy singulares, como si fueran tres dedos. La de en medio se llama Sithonia. La conocimos hace tiempo porque alguien que conocí en el camino nos recomendó las playas de Kalamitsi, al sur de la misma. Por aquél entonces había poco más que un camping y algún chiringuito para comer. Toda la península era una maravilla de aguas aguas azules, costas arboladas y poco turismo. Su costa del este mira directamente al Monte Athos, que es la península desde antaño habitada por monjes con abundantes monasterios, bajo una enorme pirámide de más de 2000 m de altitud. Una montaña preciosa.
Las cosas han cambiado drásticamente -como en todas partes-. Pero aquí en concreto, al liberalizarse los países de este cercanos a Grecia, ahora recibe muchos visitantes. Los que más, vienen de Serbia, y Bulgaria, Macedonia del Norte, Rumanía... van en su coche y acceden a todas las playas posibles.
Lo bueno es que queda más a resguardo de los vientos que aprietan en las islas del Egeo. Y su navegación es una verdadera delicia.
Como dificultad, se puede encontrar en el paso del cabo al sur, pues sobresale mucho en el mar y cambia de súbito del este al oeste. Pero en esta ocasión estaba muy bien. En el resto de la costa, siempre se encuentran a menudo playitas donde refugiarse en caso de necesidad, que no fue el caso.