Hombre, estas también son sofisticadas, y tienen el encanto de la madera

Son las que fabrica Petersen, de Shaman kayaks, el mismo constructor del kayak que aparece en la foto de inicio del hilo, creo. Un constructor muy fino, por cierto. Creo que Wenley es el feliz (?) propietario de una de estas filigranas (que sufrió algún daño menor en el transporte)
Retomando la pregunta inicial del hilo: son distintas soluciones a un mismo problema, y no son las únicas, hay una gran variedad de embarcaciones árticas que comparten características con las dos que se trata de comparar aquí, que supongo que son el kayak groenlandés (del tipo no polar) y la baidarka aleutiana.
Los links de hopeless responden bastante bien a la pregunta inicial, además, ¿quién se atreve a enmendarles la plana a Yost y a Zimmerly?
Yo me quedo con algunas ideas:
- Hay muchos tipos de kayaks tradicionales con características muy distintas, pero son más las similitudes que las diferencias.
-las variaciones responden a adaptaciones al entorno (presencia o ausencia de hielos flotantes, aguas interiores o mares abiertos...) y al uso (tipo de presa buscada, capacidad de carga, múltiples plazas...)
-nos hemos inspirado en un tipo de kayaks (los groenlandeses) que se han ido adaptando a nuestras necesidades actuales. En este sentido formamos parte de una tradición. Hay otros caminos a explorar, que es lo que se está haciendo con las replicas de las baidarkas, por ejemplo.
Añadiría algunas otras, más centradas en la construcción:
- las baidarkas son más laboriosas de construir, tal como comprende cualquiera que observe su estructura. Se les atribuyen cualidades "milagrosas" especialmente en cuanto a velocidad. Hay quien dice que se deben a su flexibilidad, pero el caso es que la estructura de una baidarka es, en principio, claramente más rígida que la de un groenlandés: el "alma" de ambas embarcaciones son las bordas, que es precisamente por dónde empieza la construcción, pero en un plano vertical mientras los groenlandeses sólo unen proa y popa por la quilla, las baidarkas añaden una estructura superior con una función parecida, el listón de cubierta que une proa y popa y que le da a la cubierta la forma característica de V invertida. Están "trianguladas" por "arriba" y por "abajo". En consecuencia, excesiva rigidez para el tipo de materiales con los que se construían. Creo que este es el motivo por el que seccionaban la quilla en varias partes que luego unían con ligadas de tendón. No alcanzo a entender cómo se pueden relacionar estas juntas flexibles con la velocidad. En definitiva.... una baidarka de construcción actual haría santamente en reproducir este tipo de juntas que restando rigidez, añaden resistencia. Los groenlandeses son más simples de construir y su geometría permite ya de por sí un punto de flexibilidad. De todas maneras, cualquiera que construya una de estas embarcaciones debería tener en cuenta que sus uniones tienden a funcionar como una articulación animal: la geometría de las uniones en madera pone las cosas en su sitio y las ligadas en tendón evitan que se disloque. Cuando el conjunto se somete a esfuerzos las múltiples uniones ceden todas un poco y no se encuentra un punto "duro" donde romper.
Me parece que me estoy explicando mal... es tarde y tengo sueño. La comparación que he oido algunas veces con una cesta de mimbre no es mala. Quizás sea más clara.
Me he centrado más en las semejanzas que en las diferencias... lo siento.
Leí en un libro, creo que de Loïck Bourdon, una metáfora interesante: un groenlandés es parecido a un depredador marino, ningún otro tipo de kayak te da tanta sensación de estar "metido" en el agua, mientras que la baidarka es una embarcación más aérea.
Por otra parte, el uno suele ser de bajo volúmen, mientras que la otra es más parecida a un kayak de travesía. Esto tampoco es determinante porqué se puede construir un groenlandés voluminoso y una baidarka minimalista, pero si es cierto que un groenlandés de bajo volumen permite juegos a los que no estamos acostumbrados: me comentaba un kayakista experimentadísimo, probablemente el primero que construyó un groenlandés en Catalunya, que estaba disfrutando como nunca con su nueva embarcación porqué, entre otras cosas, era muy sensible al desplazamiento del peso en el eje proa-popa, que podía modificar el asiento longitudinal del barco inclinando el cuerpo hacia adelante o hacia atrás, lo que le permitía "clavar" la proa o la popa y controlar, por ejemplo, el efecto del viento lateral.
Disculpadme el rollo... habré cenado mal! ...nas noches!