En otro hilo, hice mención que me dediqué hace tiempo a los astilleros y al montaje y reparación de equipos de náutica

. Cuando instalábamos un equipo de radar en un pesquero, el armador quería asegurarse de su efectividad, antes de hacer la inversión. En estos casos, tenía que embarcar con ellos y hacer demostraciones, de la efectividad de los aparatos. Solíamos salir de noche, para no desaprovechar la luz del día, que se dedicaba para la faena diaria

. Las pruebas consistían, en lanzar una decena de “gallos”, alejarnos unas cuatro o cinco millas, encender el radar, e ir localizándolos en la oscuridad de la noche y rescatarlos.

Para el que no sepa que es un “gallo”

, es una baliza flotante, con un lastre, para que un mástil se mantenga vertical en todo momento. Al final de este mástil, de metro y medio aproximadamente (o cuatro pies), se atornilla por la diagonal, una doble chapa cuadrada, de unos veinte centímetros de lado, quedando en forma romboidal y ambas chapas entrelazadas entre si, formando una cruz, si las vemos desde arriba

. Para los que sepan de aparejos de pesca, sobra decirles que se trata de las balizas que se instalan en los palangres

. Después de varios años de pruebas, no perdimos ni un solo “gallo”

. Con lo que por lo menos para mí y para todos los pescadores de palangre, queda demostrado, que una superficie de veinte centímetros cuadrados, es mas que suficiente para ser vista a una distancia de unas dos o tres millas náuticas (1 milla =1852 metros)

. Esta distancia es mas que suficiente, para que se nos vea desde cualquier embarcación, sobre todo si somos nosotros lo que se está buscando. Como he dicho anteriormente, ante la imposibilidad de llevar un reflector de radar en un mástil de cuatro pies mínimo en nuestros kayaks, por la inestabilidad que nos provocaría, tendríamos que alojarlo mas bajo, limitando así la distancia a que seremos vistos, o como por ejemplo, el sistema de la gorra, con un elemento reflector que actuaría como soporte, en nuestra máxima altura habitual de nuestros kayaks (nuestra propia cabeza).

Por supuesto, el reflector que llevemos, no necesita tener una superficie de veinte centímetros cuadrados, como en el caso de los “gallos”, Si nos fijamos en los reflectores de radar, se trata de una serie de chapas metálicas, en las que el sumatorio de todas sus caras, nos de una superficie total de reflexión, que será proporcional a la distancia que será visible. Por el puntal máximo que vamos a tener en todo momento (nuestras cabezas), y las limitaciones por el horizonte visual, con algunos centímetros menos que los usados el los “gallos”, será mas que suficiente. Incluso lo del papel de aluminio arrugado, dentro de un bote cilíndrico (o de la propia gorra

), puede dar resultados, si como resultado del sumatorio de sus caras y arrugas, sea suficiente para ser visto, aunque sea a una milla de distancia.
José Ángel, es curioso que el artículo que adjuntas, “niegue la evidencia”

, pero veo que va encaminado a vender equipos de detección de radar, en detrimento de los reflectores pasivos (mas económicos y con menos margen de beneficios para el proveedor náutico, que paga al articulista o la propia web

), que es de lo que estamos tratando. Además, el que dicho artículo vaya sin firmar

, dice muy poco de la verosimilitud de su contenido. Aun así, no todo lo que dice es falso. A mas superficie del reflector, será visto a mas distancia y según que tipo de equipo de radar, sea el que emite. Pero incluso si llevásemos una chapa de tres metros cuadrados, en lo alto de nuestros kayaks

, seríamos vistos solamente a menos de un par de millas, debido a nuestra poca altura y a la curvatura del horizonte visual. Dicho de otra forma, si solo vamos a poder ser vistos a un par de millas o menos, por nuestro escaso puntal, ¿Qué necesidad tenemos de portar un reflector de grandes dimensiones?

Cuando dice que los mercantes van con equipos de banda “S”, en grandes travesías, no me preocupa. Lo que dice también, es que además lleva la banda “X” (9,4 Gigahercios), y esto es por que es lo obligatorio

, para navegación costera, de cabotaje y arribada a puertos o zonas de control marítimo. Es en esta franja, en la que nos vamos a encontrar con ellos de frente (pues nosotros no podemos navegar a mas distancia), y que en el peor de los casos, seremos vistos a una distancia mínima de un par de millas, que es mas que suficiente para que nosotros nos alejemos de su rumbo de colisión. Ellos, por supuesto, no podrán parar su arrancada o inercia, pero si harán uso de sus señales acústicas, para indicar su posición, en caso de niebla (que es en el único caso que nos pueden ocupar un problema los mercantes). Si se trata de usar los reflectores de radar, para ser nosotros vistos y rescatados, en caso de necesidad, no hace falta mucha superficie de reflexión, ya que nuestra limitación es siempre nuestro puntal máximo y así, la distancia a que somos vistos, por el radar de un equipo en banda “X”, de una patrullera o de una “Salvamar”.

Dejar claro, que un reflector de radar, no es la mejor solución, pero si, otra mas a tener encuenta.
