… mientras manteníamos una animada conversación, de repente …, escuchamos el sonido de un gran motor, era una espectacular embarcación de la guardia civil, que parecía que se acercaba a nosotros.
En efecto venía en nuestra dirección y a pocos metros aflojaron para acercarse sin molestar, nos preguntaron que a donde íbamos y les respondimos que a pescar, nos advirtieron de que no nos alejásemos mucho de la costa, porque la previsión decía que iba a saltar levante fuerte, les dijimos que íbamos a navegar prácticamente costeando y después de saludarnos se marcharon.
Pronto alcanzamos nuestro objetivo y yo me acerqué a una de ellas y solté las plumas a fondo, nada más llegar al fondo, recojí un metro y los primeros tirones, cada vez el tirón era más fuerte y cuando terminé de recoger, saqué un par de hermosos jureles, me dispuse a repetir la acción y oigo una voz que me dice:
- ¡¡ Pacoooooooooo !!
Era Alberto que estaba a pocos metros
- ¿ Que pasaaaa ?
- ¡¡ Que están aquí debajoooooooo !!
Al mismo tiempo una preciosa llampuga le estaba pegando tirones, la sacó y la metío a la bañera, yo recojí las plumas en el corcho y monté un calamar en la caña de curricán, paleé unos pocos metros y de repente …, ¡¡ rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr !!, era el encantador sonido de mi carrete, je, je, pude comprobar que las llampugas estaban por debajo de nuestros kayaks, saqué la primera de la mañana y era espectacular ( 1.850 gramos ), Emilio también se sorprendió de su tamaño.
Pronto llegaron Alfonso, Paco Rufete y Pedro Luis, Alfonso decidió palear por la costa y al final llegó hasta el Cabo del Agua.
La cosa estaba clara y nos dedicamos a pasear los calamares por la zona, todos estuvimos sacando llampugas ( hasta Pedro Luis, je, je, en una de esas veces que lo miré, llevaba clavada una llampuga y le estaba pegando saltos por detrás de su kayak ), Emilio y yo teníamos un poco de prisilla, porque teníamos que llegar a comer a casa a una hora decente y a eso de las 12:30h nos marchamos a Portmán tras despedirnos de los otros.
Pronto alcanzamos la costa y vimos que Alfonso estaba recogiendo ya, cargamos los kayaks y nos fuimos a casa.
Para mi fue un día cojonudo, buen tiempo, buena mar, buenos amigos y Emilico que se ha reencontrado con la pesca, je, je, un saludo.
