Hola Rompeolas,
El asunto de la altura de las olas cuando has acabado de remar, siempre da para unas discusiones fantásticas en el pub. Por ejemplo, tengo amigos que aseguran haber remado y a la vuelta de un cabo, se han encontrado rompiendo mares en olas de 4 metros por lo menos. Lo cierto es que el riesgo de olas de esa altura en la costa del Mediterráneo español está en torno al 0.03%, mientras que en la Isla de Elba, llega al 0.25%:
Hs (m) >1,5m >2,5m >3m >4m
Alicante 4,42% 0,66% 0,24% 0,03%
Barcelona 2,44% 0,33% 0,04% 0,00%
Por querolles 37,72% 12,68% 4,14% 0,07%
Nice 1,94% 0,11% 0,03% 0,00%
Tarragona 2,01% 0,11% 0,02% 0,00%
Gijón 49,39% 17,21% 8,39% 2,40%
Ouessant 64,93% 39,62% 24,33% 5,80%
Cherbourg 1,30% 0,00% 0,00% 0,00%
Dunkirk 17,80% 4,82% 2,24% 0,00%
Elbe 23,00% 5,30% 2,40% 0,25%
Helgoland 23,70% 5,50% 2,20% 0,10%
Una buena referencia, es el incidente de diciembre de 2.005 en el Puerto de Castellón, donde un dique de 7 metros sufrió una brecha en un oleaje con una altura significante de 2'7 metros, y otro al final de mes, con una altura de poco más de 3 metros. Como resultado, los diques se han elevado ahora hasta 12 metros.
Sin duda el Cantábrico es muy diferente, y el perfil de fondo crea grandes olas reflectantes. Pero por ejemplo, el mareográfo número 3 de Bilbao -el único que ahora funciona- señala alturas significantes máximas (Hs) en los días 2, 3 y 4 de diciembre de 2.007 que solo llegan a 0'85 metros de altura. El significante es la media del tercio de olas más altas. De otro lado, El mareografo de Ferrol 1 registró durante esos días, una máxima de 1'2 metros. Todos los demás del Cantábrico reflejaron mediciones muy inferiores.
En estudios realizados en la Costa Brava, los mareografos -boyas Seawatch- mostraron mediciones inferiores hasta en un 70% sobre las reales. Por otro lado, sin duda, las crestas se elevarán a medida que la profundidad disminuya.
En todo caso, metido en un kayak una ola de un metro de altura impide ver el horizonte. Otra cosa es la distancia que se recorre desde el seno de la ola cuando empieza a elevarse, hasta su cresta, y que desde luego, mide más que un kayak, lo que con frecuencia, produce la impresión que la ola es más alta de lo que es en realidad.