Vaya dos

... anda ... que ahora ya no tenéis excusa para que os bajen los pantalones

Yo lo sufrí hace unos años y es que no me podía mover, agachar ni pensarlo

Paco, como siempre, tus relatos enganchan y gracias a él me he enterado de lo que se coció por allí

(aunque te quedaras dormido en una exposición y luego te imagines tú solo de lo que iba

) jajajaja... eres la leche
