Un saludo a todos, a los presentes el fin de semana y a los ausentes también, seguro que el espíritu de todos ellos estuvo allí con nosotros, incluyendo el espíritu del tambucho, por supuesto.
No puedo sino agradecer a todos los que pasaron el fin de semana en la quedada, la calidez con la que me recibisteis (entendamos por calidez, todo tipo de licores).
Como muchos de vosotros sabéis era el nuevo del grupo, al asistir yo sólo a la quedada sin conocer a nadie no sabía que era lo que me esperaba y qué tipo de gente me iba a encontrar. Todas estas dudas quedaron resueltas muy rápidamente, ya que enseguida comencé a sentirme uno más y pasado un rato ya nos conocíamos casi que de toda la vida. Ha sido un fin de semana genial que nunca olvidaré, he conocido una gente majísima y he disfrutado como un enano. Los dos días fueron para mi un curso intensivo de navegación, técnicas, materiales y pesca.
Bueno, pues voy a contaros un poco mi fin de semana. El sábado decido levantarme bastante temprano para no llegar el último, me levanto a eso de las cuatro y media (tengo que recoger todos los trastos y mi cacharro). La idea era llegar allí a eso de las seis porque pensaba que a las ocho estaría todo el mundo en el agua. Bueno, llego al camping tardísimo (creía yo) 6:15, resultado, camping cerrado y ni un alma por ahí. Ya se lo que pasa, hay una puerta que comunica el camping con la playa y ya está todo el mundo preparando sus pepinos en la orilla, decido acercarme y .... sorpresa!!, tampoco hay nadie, bueno sí, había una pareja (creo que era drácula y una bruja), pero no parecían del grupo. Decido dejarlos en su quehaceres y me acerco a la puerta del camping de nuevo, a eso de las siete localizo a un empleado que me dice que a las ocho me dejan entrar. De PM, me he pegado un madrugón pa ná. Me echo a pegar una cabezada en la furgoneta hasta que oigo "Señor, señor, ya puede pasar", eh, ah sí, voy, voy.
Nada más entrar coincido con Rafanook que me hace de aparcacoches, decido no darle propina, ya que no parece peligroso. Como buen anfitrión me presenta a toda la panda y a su familia, Albertnookete y Amparo (una de las madres más cojonudas que conozco, tía, estas como una moto, je je, un saludo). Poco a poco me voy enterando de todo, por lo visto el licor de sepia (y alguno más creo yo) tiene la culpa del retraso generalizado.
Después de esperar que todo el mundo apareciera nos echamos al agua, unos más que otros, ya que nada más entrar el Kayak al agua, la primera ola me lo cruza un poco, no consigo enderezarlo ya que las olas eran muy seguidas y zas!!, revolcón con la siguiente. Después de una pequeña lucha consigo enderezarlo y subirme por el lado. Empezamos bien, me dije. El resto de artefactos flotantes que me rodeaban eran unos pepinos de cuidado comparados con mi autovaciable, así que decidí no competir con ellos (por no avergonzarlos) y quedarme por la zona con el curri. Al final la cosa no estuvo mal del todo, resultado, un bonito (900 gr), una bacoreta (760 gr) y un espetón (750 gr). A la hora de la vuelta me reuno con todo el grupo cerca de la orilla y para fuera, uno tras otro cabalgan las olas hasta la arena (o cantos según la zona), me toca a mi, otro revolcón sería demasiado, pero no, mi montura decide comportarse bien y "aterrizo" sin problemas. Mientras, Edulorca, gran conocedor de las costumbres nocturnas de los burros (animales) de su pueblo, nos enseñaba como se maneja en las olas, igual que yo!
Después de la paella, por cierto, Beduino, buenísima, comenzó la degustación de espirituosas ya comentada. La tarde transcurre sin incidentes salvo algunos pequeños sustos, te puedes encontrar una "amparición" en cualquier sitio.
A eso de las cuatro y media de la madrugada, unos individuos deciden acercarse a mi tienda para invitarme a un botellón en el "hall" de la tienda de Alberto. Tras ver que continúa lloviendo, está soplando viento y las olas sonaban muy mal (todo lo contrario de lo que dijo el "hombre del tiempo" por la noche), decidí unirme al grupo de insurrect@s, eso si, acompañado por una botella de café licor y otra de coca cola.
El domingo transcurrió entre charlas, risas, clases de pesca por parte del Maestro, incluyendo una sobre los gallos de Tabarca y alguna que otra gamberrada.
Tras despedirme de todos, menos de los insurrect@s, ya que se encontraban durmiendo, puse rumbo a casa. Al llegar, la furgo echaba un humo rarísimo por el motor y olía a chamuscado, esto no hace presagiar nada bueno, seguro que el mecánico me va a hacer pupita.
Pepín, todavía no he provado el pescado, está en el congelador, no tenía tiempo de preparar nada para hoy, pero si quieres, te cuento como van a terminar: el bonito, en un marmitako; la bacoreta, escabechada con unas alcachofas; y el espetón, formará parte de un delicioso caldero. Lo de quedar un día ya sabes que está hecho, lo que no se es cuando porque mañana me sacan una muela del juicio y voy a pasarme unos cuantos días jodido, lo que no se es cuántos. Quedamos con PacoSkua o con PacoSpyka o con los dos y que nos enseñen la zona.
¿De verdad que nadie tiene fotos de la cara de Wakabaout?, que pena!. Un saludo, ah he visto una foto tuya en el diccionario, al lado de la palabra santo o paciencia, no recuerdo.
Sin duda, repetiré.