Navegar hoy ha sido una suerte. El mar estaba en calma; la temperatura era perfecta. Hasta he tenido la suerte de encontrar un improvisado compañero (Mario) con el he tenido el gusto de remar desde el Arroyo Jaboneros, en el Palo, hasta la altura del Paseo de Sancha. Allí estábamos descansando y charlando cuando, de repente, hemos visto cinco o seis delfines detrás nuestra. Ha sido algo increible que nunca había tenido la oportunidad de ver antes. Los delfines pusieron rumbo a la piscifactoría de El Palo y nos echamos a remar en esa dirección. Nos cruzamos con un compañero (Ocean Kayak azul -creo-) a quien habían sorprendido a contraluz. Decía que se había quedado "acoj**ado" pensando en tirar para la orilla. Y después de un rato de remar, tuvimos aún más suerte, por que los delfines dieron la vuelta y volvieron hacia el puerto de Málaga, pasando justo delante nuestra. En ese momento, estábamos lo suficientemente lejos de la costa como para oir solo el murmullo del tráfico. Y si verlos fue increíble, oirlos - no había olas - entrar y sali del agua y sobre todo, respirar, era algo que ponía los pelos de punta. Por suerte, llevaba la cámara y puedo dejaros una foto. Un saludo.