Es lo primero que nos comentó el chico que alquila en Sancti Petri... que es el segundo día del verano con el mar tan fuerte, jejeje y allí mi novio y yo tan valientes a probar un kayak doble a ver cómo nos va la experiencia.
Cogimos un Malibu two y nada, al principio no nos iba demasiado mal, la verdad, un poco hundido, para qué engañarnos... a nosotros dos eso del autovaciable no nos funcionó

íbamos remando en una piscina así que era un tanto complicado, pero bueno, logramos alcanzar la otra orilla y nos sentimos muy satisfechos.
Paramos un momentín, nos dimos un chapuzón, queriendo por supuesto, y nos volvimos a montar y ala, de regreso al club porque veíamos que eso no progresaba, el mar cada vez más picado, cada vez remábamos más fuerte, nos costaba más y nos alejábamos más de nuestro destino, pero era increíble ver con qué rapidez nos desplazaba la corriente, parecía que los barcos que teníamos cerca se movían!!
Nos dio la sensación de que íbamos por el buen camino y decidimos dejarnos llevar un poco, aunque apareciésemos fuera del recinto, pero al menos llegar a la orilla para bajarnos del kayak y llegar después andando...

ILUSOS !!!! Aún no sabemos cómo volcamos y, con mucho estilo, eso sí, volvimos a montarnos y ala, estábamos muchísimo más lejos y no había manera de avanzar hacia donde queríamos, yo ya estaba pensando a ver cómo podría sobrevivir con una pata de cangrejo que se me había colado en el kayak, jijiji...
Pues al final terminé abandonando a mi novio, como una mala mujer que soy,

le dije que se tirase al agua y que se fuese nadando que me iba yo sola remando y no fue mala idea, empecé a avanzar bastante, pero cuando de pronto miro hacia atrás y lo veo allí peleándose con el chaleco... nada, que volví a ayudarle y ya fue cuando una moto acuática alertó a los socorristas y nos sacaron hasta la orilla.
Llegamos al club y nos dijeron que habían estado a punto de salir a por nosotros pero que ya vieron que nos sacaron los socorristas y nada, hemos decidido que necesitamos un kayak que aguante mucho más peso, que esos tan pequeñines... se nos hunden y parecen submarinos.
Eso sí, yo me lo he pasado de escándalo, ahora mismo estoy medio muerta, me duele toooodo el cuerpo, pero ha sido una tarde genial y mi novio no esperaba que yo tuviese tanto aguante remando, jejeje.
Perdón por el tocho!!