Voy a contaros mi experiencia.
Llevo 18 años remando, con mayor o menor intensidad y acumulo experiencia en aguas tranquilas (ríos y travesías), ríos de grados I, II y II-III y algo de mar (Cantábrico y rías gallegas), así como desde hace un año kayak polo.
En todos estos años sólo tuve tres experiencias desagradables y siempre, precisamente, en la ría en la que me inicié con 14 años, esa que creo que conozco cada grano de arena de sus fondos, cada ola y cada corriente (sabeis que tenía razón el filósofo griego: uno no navega dos veces en las mismas aguas, pues ni el agua es la misma ni tampoco el palista...).
La primera, un día de temporal del Cantábrico en un k-2. Para que os hagais a la idea la pala nos hacía de vela y avanzábamos sin remar aguantando las palas en vertical (uno tiene 16 años una vez en la vida). A la tontería de salir a remar con temporal en marea baja le sumamos que salimos sin cubrebañeras y claro, toda marea que baja luego vuelve a subir y el mar rizado (en Galicia el mar es masculino) se encabrita más, con lo que en dos olas navegábamos en un submarino con la suerte de que nos hundíamos de proa y entraba aire por mi bañera (de popa) con lo que no hizo vacío y pudimos salir del kayak y nadar. Yo que por entonces era mejor nadador agarré la popa, las dos palas y a nadar y mi compañero la proa, el kayak inundado hasta la bañera e hicimos un gran esfuerzo por llegar a la orilla y salvar todo el material del club (el miedo a la bronca del entrenador...). Lo mejor es que ya en la orilla apareció la zodiac de la Cruz Roja (avisada por unos pescadores) y desde la distancia preguntaron si necesitábamos ayuda... Eso sí, mojarse lo justo. En definitiva, que quedó como anécdota para aprender a no hacer el idiota, que si te hundes hay que salir mientras no haga vacío y que aun lleno de agua el kayak flota y puedes apoyarte en él para nadar. Eso sí, muy importante: si volcais hay que darle la vuelta cuanto antes, rápido, para que no se llene de agua.
La segunda, como no, por hacer el idiota pero llegando ya a la treintena. En un kayak de pesca, también dos fenómenos (el único idiota que repite soy yo...) cogiendo olas en una playa del Cantábrico. Ya sabeis como es el kayak: grande, ancho, autovaciable, sin timón y con dos idiotas encima

. Muy buena experiencia hasta que una ola nos giró, nos tiró y nos envolvió con tal suerte que al salir a la superficie por detrás venía el kayak (algo más de 20 kg y con la fuerza de la ola) que afortunadamente sólo me golpeó en un hombro (tuve el reflejo de intentar hundirme y salvé la cabeza), pero ese golpe en la cabeza podría haberme aturdido y quizá hoy no os lo contaría.
Como no hay dos sin tres y el hombre tropieza las vecces que haga falta con la misma o similar piedra, el verano pasado, todo contento con el ofertón del LIDL (kayak de iniciación de aguas bravas por 199 €) me lancé a probar las olas... SIN CUBRE! Llegué hundido a la orilla, pero llegué tras pasar un rato de cierta angustia poniéndome de lado o de proa para subir y bajar las olas, porque de popa es muy bajo y me pasaban por encima, hundiéndome.
Así que ya veis, los peligros acechan a los imprudentes (podeis reiros, os doy permiso), no a los novatos. De hecho, un novato suele ser muy prudente, por aquello del respeto a lo desconocido y no hay nada como confiarse (ya os digo que los tres percances fueron precisamente en la zona que creo conocer como la palma de mi mano) y yo mismo cuando navego en aguas que no "domino" me comporto con una mayor prudencia. Creo que lo fundamental es, 1º no hacer el idiota, 2º técnica que te permite actuar sin pensar (estabilizar con la pala o las manos, esquimotar, acudir al asa del cubre sin pensar dónde está) y 3º un buen compañero. Conocer el terreno o acumular experiencia para ver corrientes y remansos o piedras y sequeras siempre ayuda, pero actuar con prudencia (revisar el material, tener una posición cómoda, no exceder las limitaciones físicas propias, etc.) es la primera medida que hay tomar en un elemento peligroso como el agua. Recuerdo en los 90 que se había ahogado en el Sella (un río que te cubre por la rodrilla en casi todos sus tramos desde Arriondas) un adolescente al que le había dado un infarto...
Saludos, prudencia y a disfrutar, que viene el buen tiempo.