Quiero contarles un poco sobre mi próximo proyecto exploratorio y kayakístico: la Expedición Andes Antárticos 2009 - 2010.
Se trata de una travesía de 1600 kilómetros que realizaré a partir de noviembre en la Península Antártica, junto al himalayista Mario Sepúlveda, y que durará entre 80 y 110 días.
La expedición tiene su origen en la empresa chilena Antarctic Shipping S.A. (Antarctic Dream Expeditions). Compartiendo nuestro espíritu de aventura, esta compañía ha sido la principal impulsora de nuestros proyectos antárticos. También nos apoyan Prijon, Kokatat, Vertical, Rolex e Iridium.
La mitad del recorrido de la Expedición Andes Antárticos será por mar, en kayak, y la otra mitad por tierra, o más bien dicho, por hielo y nieve, donde avanzaremos en esquís de travesía (esquís, botas y fijaciones de travesía, pieles antideslizantes para esquí y bastones) y arrastrando detrás de nosotros los kayaks a modo de trineos, utilizando para eso un sistema de tracción formado por un arnés colocado en la cintura del expedicionario, que irá unido al kayak mediante dos piolas de acero que pasarán por dentro de dos mástiles de fibra de vidrio. La función de esos mástiles será la de evitar que los kayaks se nos vengan encima cuando vayamos bajando una ladera. Estos mástiles tendrán una longitud adecuada para mantener el kayak fuera de nuestro alcance en caso de que caigamos a una grieta.
Considerando sólo la parte marítima de nuestra expedición, ésta será la cuarta travesía autosuficiente en kayak “de largo aliento” realizada históricamente en todo el continente antártico. Nos anteceden únicamente la expedición neocelandesa de 2001, la australiana de 2006, y la chileno-argentina o argentino-chilena de 2008-2009, que ostenta el récord de ser la travesía en kayak más extensa realizada en la Antártica.
La expedición la realizaremos en forma 100% autosuficiente. Eso significa que navegaremos sin embarcación de apoyo, y cargaremos con nosotros todo lo necesario para completar el itinerario. En el mar navegaremos llevando el equipo que después usaremos en tierra (esquís, cuerdas, materiales de hielo), y en tierra arrastraremos los kayak cargados con el equipo que usaremos en el mar (palas, timón, bomba de achique, chaleco salvavidas, etc.)
A nivel mundial, será la primera vez que una expedición usará kayaks en Antártica con esa doble función de embarcación y trineo. Pero para nosotros no será la primera ocasión en que nos desplacemos de esa forma, ya que en 2007 fuimos los primeros chilenos y latinoamericanos en realizar una travesía marítima y sobre hielo con kayaks, remontando y cruzando parte de la meseta del Campo de Hielo Patagónico Sur con dos Prijon.
Dos expediciones nos antecedían en el uso mixto de los kayak en esos hielos continentales. Una española, del programa de TV “Al Filo de lo Imposible”, que pasó sus kayaks Prijon por encima de los Andes Patagónicos, uniendo Puerto Edén con el Atlántico, y otra integrada por el montañista suizo Thomas Ulrich y el legendario explorador noruego Borge Ousland, quienes financiados por National Geographic cruzaron el Hielo Patagónico Sur a lo largo, casi completamente. Esta expedición también usó kayaks Prijon.
Otro aspecto destacable de nuestra Expedición Andes Antárticos es que, de concretarse según lo planificado, se convertirá en la travesía a tracción humana más extensa realizada en la Península Antártica, a nivel mundial.
Pero más allá de la frivolidad de todos estos “records”, el objetivo central de nuestra expedición consiste en alertar a la opinión pública sobre los graves efectos que está produciendo el Calentamiento Global sobre los glaciares y ecosistemas antárticos.
La Península Antártica se está calentando cinco veces más rápido que el promedio mundial. Desde 1945 se ha calentado cerca de 2.5°C. A consecuencia de ello, las poblaciones de cuatro especies de pingüinos que habitan en la zona se encuentran amenazadas (Emperador, Papúa, Barbijo y Adelia), y 17.500 kilómetros cuadrados de las plataformas de hielo flotantes que rodean la Península Antártica han colapsado.
Contra la imagen de pureza y de territorio intocado que existe de Antártica, aparece la paradoja de que en realidad se trata de un territorio profundamente intervenido por el ser humano (asumiendo, desde luego, que el Calentamiento Global es producido por la acción de la humanidad, lo que es sostenido mayoritariamente por las comunidades científicas de todo el mundo).
Así, cada vez que damos partida a un auto o encendemos la luz, estamos destruyendo una parte de ese mundo que recién comenzamos a descubrir y conocer. Y esto nos habla de los efectos globales de nuestras acciones y la unidad indivisible que formamos con nuestro planeta. Ya no es necesario que viajemos a un territorio para destruirlo.
Para conseguir este objetivo principal, a lo largo de todo el itinerario realizaremos un detallado registro fotográfico y audiovisual de los escenarios y vida silvestre de la Península Antártica, desde la perspectiva profunda y no invasiva de una expedición en kayak. Este material, complementando el conseguido por la Expedición Kayak Antártica 2008-2009, se destinará a la creación de productos de divulgación -film documental, libro, artículos y sitio web- que informarán sobre las consecuencias del Calentamiento Global en los escenarios y vida silvestre de la Península Antártica.
Para esta travesía utilizaremos dos “Yukon Expedition” de Prijon, kayaks construidos con un polietileno de peso molecular ultra alto denominado HTP (termoplástico de alto desempeño), un material muy rígido, de gran resistencia a la abrasión, y que no es dañino para el medio ambiente, al ser neutro en el agua y no tóxico. En cuanto al diseño, hemos escogido este kayak con poca eslora y fondo plano, para lograr una buena deslizabilidad durante las marchas sobre hielo, y con una quilla poco pronunciada en la proa para evitar que corte la nieve. En el mar, este modelo ofrecerá una excelente estabilidad y una velocidad aceptable. Este kayak cuenta con dos compartimentos estancos, en proa y popa. En ellos llevaremos los alimentos, el combustible y los equipos de tierra.
Otra característica relevante del Yukon Expedition es que se trata de un kayak de travesía de poca eslora, lo que sobre la nieve lo convierte en un trineo versátil para transitar entre grietas. Además, la eslora de este kayak ofrece una relación óptima entre superficie de roce y distribución del peso. Al ser un kayak corto y de quilla poco pronunciada, también ofrece mayor versatilidad en el mar, característica útil cuando se navega entre témpanos, especialmente cuando flotan sobre olas.
A estos kayaks les agregaremos un par de rieles en la base del casco, para así conseguir que mantengan la dirección de desplazamiento cuando flaqueemos una pendiente durante la marcha sobre hielo y nieve. Sin esos rieles, el kayak caería hacia la banda donde se inclina la pendiente. El interior del casco lo cubriremos con una espuma aislante, tal como lo hicimos en nuestra expedición anterior en Antártica, con excelentes resultados. En el exterior, a lo largo de las bandas, agregaremos varias placas de aluminio que servirán de soportes para el sistema de tracción, descomponiendo la fuerza del tiro y la de una eventual caída en una grieta.
Como tercera capa en el mar usaremos el excelente -y agregaría imprescindible- traje seco "Expedition" de Kokatat. Para proteger nuestras manos del viento gélido durante la navegación, utilizaremos mitones NRS de neopreno como segunda capa, y mitones Kokatat de cordura como tercera. Para los pies usaremos escarpines Kokatat secos, un par de tallas más grandes de los que usamos habitualmente, para poder ponernos varias calcetas y así mantener los pies calientes.
Al final de cada jornada de navegación buscaremos un sitio en la costa para desembarcar. Con nuestras palas de nieve cavaremos una terraza en la ladera nevada para levantar una carpa geodésica para tres personas. Una vez dentro, calentaremos el ambiente y prepararemos la cena con anafres a bencina. Luego dormiremos sobre colchonetas inflables, metidos en confortables sacos de dormir de material sintético, adecuados para soportar la humedad y las temperaturas antárticas.
Los campamentos en la costa y en el interior de la Península los protegeremos del viento con muros hechos con bloques de nieve. En condiciones extremas cavaremos un refugio bajo la nieve.
Nuestros principales riesgos serán los poderosos temporales que se presentan el la zona, las grietas en los glaciares por los que transitaremos, y las aglomeraciones de pequeños fragmentos de hielo que flotan en la superficie del mar, los que pueden formar una capa de hielo muy compacta y consolidada, producto del empuje del viento y de las corrientes, haciendo muy difícil o imposible el avance.
La navegación con mucho hielo flotante la realizaremos evaluando la dirección de desplazamiento del hielo, de acuerdo al régimen de corrientes y a la dirección e intensidad del viento, según el pronóstico meteorológico (NOAA) y las influencias orográficas particulares del lugar. En algunos casos realizaremos avistamientos de altura para evaluar las condiciones de navegación y ruta más factible, evaluación que siempre tendrá en consideración los sitios próximos donde sea posible desembarcar.
En cuanto a las grietas en el hielo, hay que tener presente que durante los últimos años las grandes plataformas de hielo flotante que existen en la vertiente oriental de los Andes Antárticos, las "plataformas de hielo de Larsen", han ido colapsando y desapareciendo a causa del Calentamiento Global. Antes de desaparecer estas plataformas actuaban como verdaderos muros de contención de los glaciares que bajan de las cumbres de los Andes Antárticos hacia el mar de Weddell. Ahora, al no existir estos muros, los glaciares han comenzado a desplazarse más rápido, formando una infinidad de nuevas grietas sobre el borde del plateau, grietas paralelas a nuestra dirección de desplazamiento, y perpendiculares a los vientos dominantes.
En estas zonas de grietas avanzaremos encorados, con sonda y equipamiento de rescate. Si fuera necesario, avanzaremos con un kayak a la vez, o con los kayaks vacíos, transportando luego la carga en mochilas, en porteos sucesivos.
Otra dificultad para navegar en la Península Antártica está representada por los pocos sitios donde se puede desembarcar, siendo la costa regularmente acantilada, con pendientes de granito o muros de hielo que se derrumban sobre el mar. Para la búsqueda de sitios donde desembarcar contamos con varias fuentes de información, entre las que destacan las imágenes aéreas georeferenciadas del British Antarctic Survey (BAS), que nos indican cuándo la costa es de hielo y cuando no, y las publicaciones científicas que detallan la ubicación de las colonias de pingüinos y de mamíferos. Donde puede salir a tierra una foca o un pingüino, también podemos salir nosotros.
Pero en la Península Antártica no todo es fuente de riesgo para los kayakistas. También existen condiciones que favorecen la seguridad en la navegación. El agua de mar, al ser más fría, es también más densa, lo que dificulta que se formen esas olas cortas y verticales que enfrentamos habitualmente en los archipiélagos de Patagonia cuando navegamos por un mar de viento. La nieve acumulada en la costa es un elemento dúctil que nos permite construir cómodas terrazas y sólidos muros de contención, y que nos provee de agua dulce en todo momento. La existencia de una costa regularmente acantilada, si bien a veces presenta algunas dificultades para salir, también nos pone a salvo de los peligros de desembarcar barrenando sobre rompientes.
Los invito a seguir en línea esta expedición en
http://www.expenews.org/expediciones.php?expe=donoso En esta página iremos publicando textos, fotos y mensajes de vez desde la expedición. En la imagen de google earth se actualizará diariamente nuestra posición.
Saludos,
Cristian