El segundo tradicional que he hecho es menos tradicional, es bastante de "andar por casa", ya que está diseñado y fabricado sólo con lo que se puede adquirir en un Leroy cualquiera ó ferretería de barrio alternativamente.
Además de lo anterior, está forrado de film plástico transparente (tendré suerte si aguanta todo el verano)
No obstante lo anterior, es sorprendentemente ligero y navega de manera excelente. Probado en zona de corrientes y turbulencias, su flexibilidad lo hace deliciosamente cómodo, sin atisbo de inestabilidad ni derivas no deseadas.
Este sábado lo hemos probado y jugado unos amigos y yo, aquí dejo las pruebas...
Bantuti estaba entusiasmado, es como un niño.


Ana perdió el miedo a romperlo en la segunda ronda:


Y Paco, poco habituado a veleidades...al menos comprobó que se puede navegar en algo tan aparentemente endeble como esto:

Claro que después de semejante aventura, el Viking de Ignacio es un trasatlantico de lujo:
