El ganso ese es un incordio importante, pero los cisnes son palabras mayores. Bastante más grandes, con peor temperamento y fuerza suficiente para romper el antebrazo de un humano de un aletazo (se han dado casos). Durante un verano currando en ríos del este de Inglaterra coincidíamos con familias de cisnes con cierta frecuencia y doy fe de que los cisnes cabreados "impresionan" (por no decir acojonan...). Y eso que nosotros, como norma, les cedíamos el paso y les dábamos distancia siempre. Pero alguna vez, en zonas con mucha vegetación y poca visibilidad, nos topamos con ellos por sorpresa (para ambas partes) y recuerdo algunos momentos bastante tensos.