Pues ahí he estado, a ver si subo las pocas fotos que hice.
La verdad es que el calor era agobiante, marcaba unos 33-36 ºC al estar en tierras extremeñas. Cuando llegué a Puerto Peña serían las 16:00.
Estaba impaciente por meterme en el agua, para refrescarme al menos. Tras varias vueltas por los alrededores llegué a Peloche, y vi lo bonito que tienen la zona de recreo con playa artificial al mismo borde del embalse, me ilusionaba meterme en el agua

Cual fue mi sorpresa cuando meto la mano y ...

madre mía, el agua estaba caliente, casi como la de la bañera tras un buen baño.
Bueno, que paleé por allí un rato, embarqué sobre las 17:00, por detrás de la zona del chiringuito, y como pude (el sudor me nublaba la vista

) llegué a bordear una pequeña islita, toda cubierta de eucaliptos (yo creía que sólo era una plaga en Galicia, pero ahí también hay abundancia). Ya de vuelta hacia el mismo Peloche, allá vienen los del Seprona, primero parecía que seguían su ruta, por el centro del embalse, y yo iba bordeando la orilla.
En cuanto me pasaron observo por el rabillo del ojo que empiezan a dar vuelta, yo temiéndome lo peor.
En fin, que me abordan por la popa y solicitan permiso de navegación.
Les explico que no sabía que había tal cosa, concretamente para ese embalse, etc...
Al final como ni llevo DNI les doy mis datos.
A todo esto ellos muy considerados conmigo, no actuando con el típico perfil de guardia que cumple con su trabajo independientemente de la situación del afectado.
Bueno, que en ese embalse, mejor dicho, en esa confederación, ya estoy fichado, por así decirlo

Ya no puedo alegar que no sabía nada del permiso.
Pero lo cierto es que, según los agentes, no me van a denunciar, pero que para otra vez lo tenga en cuenta.
Pues así resultó mi experiencia.
Ah... lo que quería resaltar, a mi llegada a Peloche, tras el paleo, conmprobé con os termómetros la Tª del agua, resultando una media de unos 29 ºC
Así me quedé

El baño me sentó estupendamente, pero es que había que estar en el agua y salirse para notar el poco refresco que te daba la brisa que corría, cuando lo hacía.
Y para dormir, un agobio, la tienda, como todos sabemos, tiende a ser calurosa.
Al montarla empezaron a caer unas gotas, a lo lejos se apreciaba tormenta eléctrica, por lo que al meterme la cerré del todo.
Al rato paró de llover y la brisa era más constante, decidí abrir la puerta y dejar la mosquitera cerrada,ya se estaba mejor.
Hasta que volvió a empezar a llover, y ahora a chuzos.
Sólo hasta bien pasadas las 7 la temperatura exterior era tratable.
Creo que nunca sudé tanto intentando dormir

¡Qué caló, dios mío!