Recuerdo esa época, Evaristo y me has hecho retrotraerme a mis primeros años deportivos. Yo también era básicamente espeleólogo y con la licencia deportiva de montaña, era suficiente para hacer todo tipo o de actividades en montaña (las pocas que se conocían en esa época). Aunque al poco, vino la dichosa escisión (comentada en tu correo y en el mío) y a partir de aquí, si querías hacer alguna otra actividad con el resto de mis compañeros escaladores y montañeros de mi Club, tenía que sacar las dos tarjetas, cosa que para mi maltrecha economía de estudiante, era ya un gran sacrificio. Aunque a veces merecía la pena, pues estaba quedando con frecuencia encasillado y “abandonado”, cuando llegaba la “temporada de nieve”, en la que a pocos les apetecía “hacer cuevas”.
Para clubes de espeleólogos grandes, como al que tú pertenecías, no era gran problema lo de la escisión, pero para el nuestro, que jamás pasó de ciento cuarenta socios, de los cuales una treintena éramos espeleólogos monotemáticos, todo eran desventajas. De hecho, mirábamos con cierta “envidia sana”, a los grupos catalanes y su Federación Autonómica, por sus ingentes proyectos, actividades y su número astronómico de licencias. Incluso participamos en varias ediciones en vuestro “Festival de cine espeleológico”. Para los que estén leyendo este tema por primera vez, les parecerá una autentica “frikkada” (lo del festival de cine), pero era una esplendida ocasión para conocer al resto de espeleólogos del país, que presentaban (con mayor o menor acierto), películas documentales, recreaciones históricas o con temas pseudocientíficos, realizadas por aficionados de la espeleología. Haceros una idea, que en aquellos tiempos, no existían programas como el de “Al filo de lo imposible” y solo había documentales extranjeros (sobre todo franceses, que siempre nos han llevado ventaja en este tema).
Cuando la Federación de Montaña, optó por incluir los módulos de “Espeleo” y el de “BTT” (ya mencionados en mi correo anterior), nos solventó el problema, pero a costa de la baja masiva en la Federación de Espeleología, que quedaba “estancada”. Y esto fue a nivel nacional.
Hace pocos años, conseguí que la Federación Andaluza de Montaña, hiciese licencias federativas “por días”, con la cual, podíamos cubrir a cursillistas en prácticas o dar cobertura a actividades de promoción de nuestras actividades. Antes, la gente que quería hacer un curso de iniciación de “algo” en montaña, tenían que federarse por todo un año, y eso “tiraba algo para atrás”, a todos aquellos que no tenían claro su continuidad o solo era “por probar experiencias nuevas”. La forma de conseguirlo, fue muy fácil. Se lo sugerí al actual presidente de esta Federación Autonómica (“el de la úlcera de estómago”), que lo tomó como uno de sus “proyectos estrella”, que presentó en su candidatura a las elecciones. Me da igual que lo hiciese como idea propia (de él), pero el caso, es que salió elegido y tuvo que cumplir con su promesa electoral, cambiando las pólizas de seguros y sus coberturas (ahora estamos con MAPFRE).
Ahora me dirijo a todos, y coincido totalmente con Evaristo, en lo que respecta a que podemos cambiar la situación (aunque no seamos pocos). Tenemos en nuestras manos un foro multitudinario y una actividad común, que a día de hoy, pese a ser muy atractiva y que crece en adeptos exponencialmente, sigue sin una efectiva regulación federativa y una eficaz cobertura de seguros de accidentes, rescates, responsabilidad civil, etc. (recordad que incluso nos consideran meros “artefactos flotantes”, con demasiadas limitaciones de horarios y distancias de navegación). Por lo cual, tenemos el derecho y la obligación de exigir a las Federaciones, a sus mutuas y corredores de seguros, unas condiciones y a unos precios razonables. No os creáis débiles, aunque no estéis adscritos a clubes y vayáis por libre. Nos consta, que hay ya corredores de seguros que “están haciendo números”, aunque a día de hoy, ni estos, ni la Federación de Montañismo, ni la de Piragüismo, etc., han dado la talla. Tan solo, la opción de la Federación Española de Espeleología, con su póliza “plus o multirriesgo”, se acerca en parte a nuestras necesidades. ¡OJO! No quiero decir, que la solución sea el mencionado éxodo a esta Federación, pero de entrada, nos vale de ejemplo para presionar a nuestras respectivas Federaciones (a la que cada uno se sienta identificado), pues si ellos (los espeleólogos) lo han conseguido, que investiguen la forma, que es para lo que están. Por mi parte, tengo claro, que de no conseguir que reaccione la Federación de Andaluza de Montañismo, migraré a la Federación de Espeleología, pues da cobertura, no solo a las actividades de kayak, sino que lo hace también para el resto de actividades que se practican en mi Club y a un precio, que para los tiempos que corren, no está nada mal.
¡Mi enhorabuena para Evaristo y compañía, por sus logros!
“E. Tambucho”, si l a queja en vuestra Comunidad Autónoma, es la atención que dispensan las clínicas u hospitales, que tienen concertados (en vuestro caso, la Mutua General Deportiva), podéis hacer que vuestra Federación cambie de compañía, o que esta cambie de centros sanitarios. En Comunidades Autónomas grandes, donde hay diversidad de centros sanitarios privados, es posible.
PD: Si os preocupa mucho el tema de los cobros de un posible rescate, os informo que aquí en Andalucía, ni Salvamento Marítimo, ni la Guardia Civil, ni nosotros los del 061, los cobramos (ni pensamientos de hacerlo de momento), estéis o no federados. Con lo que os invito a que vengáis a navegar por nuestro litoral (je, je).
Un saludo a todos.