puedo entender perfectamente el mensaje del vídeo que has puesto, Xavi, pues yo he sentido lo mismo con otros deportes. En deportes de montaña, en moto, en bici... y ahora estoy empezando con el kayak y encuentro muchas similitudes. Tengo una camiseta que dice "lo mejor de las motos son los amigos". Y pasa lo mismo en las demás actividades intensas que pruebo. Compartes sensaciones fuertes, con su cierta dosis de riesgo controlado, con esas personas que entienden perfectamente lo que sientes y cómo te sientes, que ven el peligro que tu ves y disfrutan con pasión de lo mismo que tú. Esa sensación es maravillosa. Yo aún no he alcanzado ese nivel con el kayak, pero ya siento que es cuestión de tiempo. En moto he hecho barbaridades, tanto en carretera como en circuito, en caminos y en barrancos, pues he tenido moto de trial, de cross, de trail, de enduro, de carretera y de velocidad. Nadie me tiene que contar lo que es ir a 300kms/hora, ni me tienen que decir lo que se siente cuando vadeas un río y metes hasta el casco debajo del agua. No me tienen que contar lo que es ir a jugar a la nieve con las motos, ni pasar las motos al otro lado de un muro en brazos. Supongo que cuando tenga más habilidades y confianza con el kayak me atreveré a esas cosas que te ponen a 100 pero que sabes que controlas. Esa sensación es maravillosa y entiendo la defensa de esos momentos, pero, por favor, hacedlo con cabeza. Yo he visto hacer caballitos larguísimos en una avenida a gente en pantalón corto y camiseta, con chanclas. Todo o nada. Eso es lo que no me gusta. En Escalada no entiendo mucho la escalada a pelo, sin seguros, sin cintas expres, sin opción al error. Me encanta ver los vídeos, pero me parece que todo o nada es como el trapecio sin red. A mí no me hace falta que se me muera otro amigo delante de mis narices para pasármelo mejor. No me hace falta estar en un ay contínuo viendo cómo se la juegan los demás. Aunque también sea parte del deporte, de éste y de tantos otros, lo de morir con las botas puestas, muchas veces son muertes evitables. Evitemos las posibles. Que cuando sea una desgracia, que lo sea por improbable, no por apostar demasiado fuerte.