Sin virguerías:
- El proceso siempre es lo mismo:
1. Se trabaja con un abrasivo de un determinado grano hasta que se forma en el filo una rebaba que se nota al pasar los dedos.
2. Se pasa a un abrasivo de grano más fino, invirtiendo la herramienta, lo que elimina la rebaba y forma otra más fina en el lado opuesto.
3. Se repite el paso número 2 hasta sentirse satisfecho con el grado de afilado.
4. La última rebaba, finísima, desaparece de varias maneras:o bien pasando la herramienta por una tira de cuero preparada con pasta de pulir (lo de las navajas de afeitar de antes, pero poniendo el cuero sobre una superficie) o bien apoyando el filo sobre una madera dura y golpeando la hoja con un golpe seco de martillo, o bien... (cada maestrillo su lbrillo)
A tener en cuenta:
- Parte del éxito es que el bisel sea uniforme, con un ángulo continuo y sin abombarse. Por lo tanto... comprar una guía de afilado cualquiera (o pasarse varios años haciéndolo a mano alzada hasta dominarlo) Mantener el ángulo dado por el fabricante (o modificarlo si se quiere, pero sabiendo el motivo)
- La piedra que quieras, pero siempre en húmedo!!!! Las de aceite, con aceite. Las de agua, con agua. Uns secuencia fácil y útil: grano 400 para cambiar la forma o rebajar de verdad. Grano 800-1000 para el afilado (con esto ya funciona)
grano 4000 para asentar-pulir (ya da para afeitarse sin problemas, incluso con un hacha, como en las películas) Las piedras deben ser perfectamente planas: las de aceite tardan en desgastarse, pero son lentas. Las de agua se abomban rápido, pero son rápidas. Se afila aprovechano toda la superficie de la piedra (para evitar lo anteriormente dicho) Se mueve la herramienta, no la piedra. El filo en la parte alejada del operario. El oído da más información que la vista, pero si hay brillos en el filo, no está todavía afilada. Cuando las piedras no están planas hay que rectificarlas: se pega un papel de abrasivo al agua de grano 400-600 en un mármol o cristal grueso y se pasa la piedra hasta que esté plana (hay otros sistemas, pero hemos dicho sin virguerías, no?)
- La cara que no tiene bisel, el dorso, debe estar perfectamente plana antes de empezar a afilar. Lo más fácil: lija nueva pegada a una superficie plana plana (mármol o cristal grueso) Grano 400, por ejemplo. Pintar con un permanente la cuchilla antes de empezar y lijar moviendo la herramienta transversalmente hasta que no quede ni rastro. Luego, al paso 1 empezando por el dorso.
- mantenimiento del filo con el cuero de asentar navajas o con la piedra más fina que se haya usado. El proceso entero sólo será otra vez necesario si se ha mellado, por ejemplo.
- Es casi insultante comprobar con el dedo si las herramientas de un carpintero de verdad cortan de verdad. Se les supone, y además casi seguro que te cortas.
Creo que no me dejo nada esencial. A partir de ahí, son ya filigranas para puristas, pero es muy difícil una vez empezado no cruzar la raya del purismo y del afán de perfección. Vosotros sabreis dónde os meteis