Buenas,
Pues yo también me congratulo de comprobar año tras año que la capacidad de organización de la ASOCIACIÓN se mantiene inalterable y en su nivel habitual. Escasita.
Aunque tengo que reconocer, con enorme sorpresa por mi parte, que se ha mejorado mucho en un par de detalles muy importantes. Las camareras, y la falta de pruebas audiovisuales que muestren nuestra categoría en el agua. Hasta el miembro honorario, tanto tiempo ausente por no querer juntarse con semejante banda, mantuvo una discreción poco habitual avergonzado al ver tal desbarajuste.
Menuda jornadita de reflexión que me disteis. Salimos, tarde como siempre, como avezados kayakistas y una pose poco mejorable. Y además de no conseguir volver paleando ninguno al punto de partida (ése era el objetivo, ¿no? ¿señores?), tuvimos que acabar porteando los barcos en tierra más tiempo que el que estuvimos navegando. Para la próxima estaré avisado y pondré ruedas al barco, junto con los guantes de estibador y las zapatillas de trecking.
En el agua, en cuanto empieza la brisa y ante la falta de liderazgo de nuestro presidente, nos desperdigamos como gallinas persiguiendo el maíz ¿somos una escuadra o una cuadrilla?, formamos un trenecito lamentable, ponemos de guía al más ciego que nos lleva directos a Inglaterra, y acabo llevando el barco al hombro arrastrándome por la arena.
¿Y que decir del otro elemento? ¿ese que estuvo dando la tabarra durante meses para saber que ropa hace falta en invierno? ¿ese que se la estuvo probando como una quinceañera antes de nochevieja? ¿ese que decidió darse un largo baño? ¿ese que se había dejado la ropa en el COCHE?
Y tampoco voy a comentar nada de los miembros que pertenecen a una Asociación de KAYAK de Mar, pero sólo asoman para el vermouth y la jamada.
O de ese otro miembro, reconvertido a ciclista, que cada vez que aparece hay accidentes. ¿Es gafe o los provoca él? No sé que es peor.
Y como guinda, me encaloman tooooooodo el viaje de vuelta a casa al único interfecto que hace alarde de no haberse duchado. Y además le gusta el jazz. ¿Por qué le dije que pusiera lo que quisiera en la radio? ¿no se da cuenta de que era sólo una pregunta educada? ¿Por qué además tuvo que quitarse los zapatos para ir más cómodo?
En fín, sí que he reflexionado, sí.
Por cierto, espero acercarme el Sábado que viene. Con compañía, para que las nuevas generaciones aprendan lo que les depara el futuro si se dejan llevar por la pereza, la molicie, la vagancia y las sustancias poco naturales.
Saludos