Viernes 6 de mayo por la tarde, 16.30 más exactamente y el mar no estaba como para hacer amigos.
Con mi kayak de travesía últimamente estoy cometiendo un grave error
y es nada más ni nada menos que perderle el respeto al mar.
Entro muchas veces solo, como sea, de donde sea y con el tiempo que sea, y esto es malo... y aunque es muy bueno tener confianza en el entrenamiento y en la técnica, a veces me veo en medio de un caos de olas, entre piedras, y pregunto... ¿Pero que estoy haciendo acá?
si este situación está al límite del límite...
Pero bueno, continuando la historia, mi Laser no es el surfski con el que entré al agua y con mala mar, ese viernes a las 16.30, y para colmo, dejando de lado mi pala de mar habitual para probar una pala nueva Kajner de carbono de competición.
Tenía todos los números en contra y no lo advertí, y por ello creo que la historia vale la pena.
El tema como todos sabemos es que además del sol y la buena temperatura, la primavera es amiga del viento, y ese día este viento
predominante del mar era bastante fuerte, generaba muchas olas grandes, con rompientes hasta mar adentro y estaba en el límite para navegar en kayak, hasta para un experto.
Y allí fuí con mi surfski FennXT, un kayak muy ligero, largo y angosto, característica esta que lo lleva a ser muy veloz anque muy inestable,
Y allí estaba, metiéndome mar adentro y cortando olas de frente que es la forma más apropiada de entrar al mar para no volcar, según la página 128 del libro "Como no caerse del kayak y parecer un tonto delante de las mujeres que quieres sorprender" de José Fibra de Vidrio.
Pero claro este día, cuanto más adentro, más olas, y más grandes, y más olas y más espuma blanca por todos lados y decidí un par de kilómetros dentro, palear hacia el pueblo de al lado, pero ni bien giré, rompió una ola y pum y al agua.
Por suerte siempre salgo bien equipado, como recomienda el libro "No se ahoge por boludo" de José Salvavidas, y en caso extremo, llevo el móvil en funda estanca, para llamar a algún amigo que me rescate o en caso extremo, marcar el 112 o 061 en Catalunya para que aparezca un helicóptero arriba de mi cabeza es menos de 10 minutos... servicio solo para abonados a "American Express" y personas con pasaporte comunitario. (Abstenerse africanos en general y resto del planeta en particular...)
Pero la situación hasta alli estaba controlada, muy lejos de la costa pero sin riesgos. Pero el problema era que no podía volver a subirme al kayak, lo intentaba y otra vez al agua, y otra vez y otra vez y el cansancio se fué apoderando de mí.
Frío no tenía porque como digo estaba bien equipado,
pero las olas me pasaban por encima y una de esas ola me sacó del kayak de la mano y se me fué como 10 metros delante mío, ya que como también cuento, este kayak es muy ligero, flota mucho y las olas lo empujan donde quieren.
Nadé hasta él. Soy socorrista y estoy en buen estado físico, pero hacerlo con botas de neopreno y una pala en la mano que no la tenía sujeta a nada, - otro error en estos surfskis - no es para todo mortal.
En ese momento era lo que tenía que hacer y luego de varios minutos e intentos lo pude coger... de coger como agarrar, pero me lo quería coger, ahora como sinónimo de follar...
Quedé unos segundos sobre él, solo flotando y disfrutando de las olas que me pasaban por encima e inconcientemente buscando relajarme.
Nuevamente tenía el kayak, até la pala al sujetador de pala, no tenía frío y entonces comprendí que otra vez estaba todo controlado.
Busqué donde terminaría a las 4 o 5 horas de flotar en el mar, según me empujaban las olas y el viento, y calculé que llegaría a una zona de playa amplia, sin rocas y sin problemas, asi que la opción del móvil estaba, por ahora, descartada.
Y lo intenté una vez más, y otra, y una más, hasta que finalmente las olas me dejaron lograrlo. Puse el culo en el centro del kayak, me acomodé y
paleando despacito como novato llegué a la playa de mi casa un par de horas después, muerto, cansado, dolorido de la espalda y dejando todo el equipo en la playa, me fuí a sentar a la vereda, lejos del agua por las dudas, y al sol, que me calentaba lentamente todo el cuerpo y me
acariciaba suavemente. Eran las 19.30 y era todo un lujo...
Estaba realmente agotado... pero en tierra.
Hacía tiempo no naufragaba de esta forma y la adrenalina ha vuelto, una vez más, a mi cuerpo, mucho más maduro por no decir viejo que antaño. Pero la pude ver más fea de lo que imaginais...
Recorriendo mentalmente la situación vivida, creo que además de volver a palos a respetar el mar
que solo me dió un tirón de orejas, creo que el surfski es otro deporte del kayak de mar..., porque con mi kayak de mar cerrado era solo una situación de navegar con mala mar, pero podría haber guiado el kayak y navegado con paciencia y tranquilidad, pero con el surfski, esperaré dias más tranquilitos...