Jilar. El tema iba de lo mas correcto, hasta la foto del nene y tu pésimo comentario.
Para no tener intención de querer decir, que timón es igual a falta de técnica y falta de práctica y poco antes decir literalmente: “puedes estar toda la vida así, por tus deficiencias técnicas o falta de práctica” y poner la fotografía de un nene, con bici y “ruedines”...(¡No te lo has “currao” mucho, tío!).

Y aun así, sigues en todo tu texto repitiendo una y otra vez lo mismo (que con técnica se suple la necesidad de usar timón). Y eso no es cierto, pues según que tipo de kayak y según su carga, o la dureza de la actividad que se haga, será conveniente e incluso imprescindible, como se ha demostrado.

Incluso en la pagina de Fun run, en la descripción del Draken, se hace mención y recomendación del uso del timón con este kayak, que debido a su gran longitud de eslora en línea de agua, es difícil de gobernar sin el (imagínate si además va cargado, aumentando así este parámetro, además de toda su obra viva, ralentizando sus maniobras). Creo cada vez mas, que te falta criterio para comparar

¿Has probado alguna vez el timón, en todo tipo de condiciones? ¿Has probado la orza, en iguales circunstancias?
La historia que contaste (la del enlace que incluyes), ya la leí en su día, cuando la colgaste y por eso, me sorprende cada vez mas tu interpretación de los hechos y las conclusiones. A las fotos y relato me remito, cuando se observa que no es solo falta de técnica, lo que te diferenciaba de tus compañeros

. La diferencia muscular es evidente, (al menos la de Juan, aunque a Tito, que es el fotógrafo no se le ve, pero como se le parezca a este, creo que hay que interpretarlo de otra manera

). Si hubiese sido al revés, que el de la “falta de experiencia o técnica” con ese kayak, hubiese sido el, quizás no se le hubiese notado

. O si al contrario, tuvieses la masa muscular de Juan, tampoco hubieses tenido problemas, pues irías sobrado de potencia para avanzar, por mucho viento que soplase en tu contra o través, o te faltase tanta técnica, como acabas interpretando.

Si no vas sobrado de fuerza, o esta se resiente por llevar varios días de travesía, o ir demasiado cargado, o que las condiciones son duras, o todo junto, como para hacer correcciones efectivas con los canteos y paladas asimétricas, el timón corrige bastante esto. Tan solo tienes que dedicar toda tu fuerza a palear (simétricamente y de manera aeróbica) y el rumbo se lleva mecánica e inconscientemente, al igual que al montar en bicicleta, ya no le prestas atención a la dirección (tan solo fijas la vista en un punto y la bici va hacia el).
Cuando hablas de la necesidad de aprender una “técnica de uso del timón”, creo que no solo no has probado el timón (y menos en condiciones de carga máxima del kayak o con varios días de paleo y con la mar revuelta). Tampoco veo que has utilizado la orza y sin embargo, dices antes, que “si contemplas en un futuro el uso de este elemento” (si la técnica lo es todo para ti ¿Para que la necesitas?).
Tampoco veo que has puesto mucho interés, en la lectura del relato de mi primera travesía o que tampoco has entendido el concepto.

Utilicé kayaks de distintos modelos sin timón, durante casi tres años, con todo tipo de mar (sin ningún problema) y en el transcurso del tercer año, que era de un uso tan intensivo, que durante meses el kayak dormía cargado permanentemente en la baca del coche (evitando su carga y descarga diaria). Hasta el día que lo necesité, que fue cuando estibé el kayak para varios días y con malas condiciones de viento y olas. En este caso, ni los canteos, ni las paladas asimétricas, que tanto dominaba (como tu), eran suficientes. Y si empleabas todos tus movimientos en esto, quedabas sin velocidad y a merced de la corriente (aquí te aseguro que la técnica no vale, simplemente no avanzas). Un kayak cargado, no solo se resiente en los giros, sino en la arrancada inicial. Si esto lo unes al viento, a las olas y a la corriente, sientes como si en realidad estuvieses chapoteando en el agua sin resultado de avance.

Jilar. Sabes que cuando quieras venir de nuevo por aquí, mi casa está a tu disposición. Buscaremos el día propicio, con buenas olas (te recuerdo que la cadencia de las olas de esta zona, no es la del cantábrico o el atlántico) y viento. Cargaremos los kayaks, con los mismos kilos (aunque sea de piedras) y probaremos tu depurada técnica y la solvencia del uso del timón en estos casos. No te preocupes, que aquí tengo “enchufe” en las embarcaciones de rescate y podemos tener una embarcación de apoyo, por si te ves comprometido. Y no te preocupes tampoco, pues te dejaré a probar mi kayak con timón (quizás cambies radicalmente de opinión).
Respecto al estancamiento técnico que supone el uso del timón, tampoco es cierto. El timón no va fijo y si no quieres utilizarlo, lo subes y ya está. Siempre tienes la opción, de cuando empiezas a sufrir o a no disfrutar (que en definitiva es de lo se trata, de disfrutar, como dice Alfonso), lo bajas y ya está. Como si se tratase de una segunda oportunidad que te brinda el día, sin llegar a tener otra mala experiencia. A veces yo voy con el timón levantado, pero cuando la intensidad de las correcciones, son inversamente proporcionales al disfrute, lo bajo y todo cambia.
Estoy seguro que habrá algún kayak, que sometido a carga y a estas condiciones descritas, siga comportándose igual de bien que en vacío (hasta la fecha no lo conozco), pero aun así, no generalizo.
Tampoco quiero entrar en debates sectarios, en donde cada bando se cree en posesión de la verdad, pues no lleva a nada y tampoco es mi estilo. Hay quien disfruta del ejercicio intenso y cuanto mas duro sea, mas disfruta. En mi juventud, la testosterona mandaba mas en mí que ahora (algunas cicatrices en mi cuerpo puedo enseñar). Hoy prefiero actividades mas relajadas y sobre todo, el gozo por el disfrute del paisaje, de la compañía (o de la soledad), de las olas, etc. (algunos hay, que están por la labor de que disfrute también de la pesca, je, je). Si el nivel de adrenalina sube demasiado, esto no se cumple (al menos en mi caso, que ya tengo adrenalina suficiente en el trabajo).
Para los que como en mi caso, les guste mas disfrutar tranquilamente, que disfrutar de la adrenalina, les emplazo a que experimenten todo tipo de ingenios con el kayak (orzas, timones, velas, cañeros, motores, mirafondos, etc., ... o todo junto). Precisamente mientras no nos impongan una legislación, licencias, inspecciones, matrículas, etc., a los kayaks, se les puede acoplar de todo. Nadie te puede decir “no le pongas esto, no le pongas lo otro”, pues se trata de disfrutar y cada uno a su modo.
Cuando alguien nuevo me pregunta sobre kayaks (modelos, tipos, materiales, etc.), le devuelvo otra (que es la de siempre) ¿Que uso le vas a dar? Si no lo tiene claro, mi consejo es que lo pruebe todo y se quede con lo que mas le llene. Al igual que con esto no engaño a nadie, no admito que se engañe nadie, con “mitos y leyendas” de ciertos materiales “prohibitivos” o creencias de que uno es mejor, por utilizar o no, lo que sea, y menos sin probarlo.
Silex. A mi los timones no me parecen feos, según a que kayak se los pongas. Al igual que no le pondrías una bola de remolque a un Ferrari. Tampoco me parecen feas las velas y demás accesorios que admite un kayak y menos si lo comparamos al disfrute que estos te dan. Por otra parte y ya que tienes algo claro algunos modelos de kayaks, no me has contestado a lo que te pregunté:
- Que tipo de actividades vas a realizar con el. Si solo va a hacer salidas por la playa de al lado de su casa o quieres ir a cualquier parte con el (incluso travesías de varios días).
- Que condiciones meteorológicas estás dispuesto a soportar. Vas a salir solo los “diez o quince” días del año, que no hay viento y el mar está plano o vas a utilizarlo indistintamente, aunque haya algo de viento y olas.
- Las playas en las que vas a recalar, son de arena fina o son de rocas y de esquistos afilados.
- Etc.
¿O ya tienes claro un modelo?
Saludos a todos.

PD: Si alguien ve algún indicio de “mal rollo”, entre Jilar y yo, por los comentarios que se hacen aquí, nada mas lejos de la realidad. Aunque estamos cada uno en una punta del país, coincidimos en muchas ideas e inquietudes (excepto en esta, claro. Y creo que es por falta de probar elementos nuevos en los kayaks).