A los interesados en estos deshidratadores, decirles que no son imprescindibles ( porque si tenemos un aparato específico para cada cosa, pedazo cocina debemos tener

) Investigando he visto que con ciertos hornos (nombran los de convección, justo en ese tema uno lo comenta, que su horno permite desecar) se puede deshidratar perfectamente.
La temperatura está en torno a los 50 ºC, en unos dicen 45, en otros hasta 60 (mi idea es que es mejor menos temperatura aún invirtiendo más tiempo, ya que cuanta más temperatura lo que estamos es más cocinando que secando, si es que puede haber diferencias en las temperaturas que hablamos ... o el temido efecto "sángüich", se seca por fuera, pero por dentro queda humedad).
Lo fundamental es que el producto a secar esté aireado, es decir, en lugar de en una bandeja sólida, colocarlo en un tipo de malla o red.
A mí me llamó la atención por poder hacer uno las comidas que le gusten (no sólo ingredientes por separado, plátano, zanahoria, ...) tal cual se ve en el tema enlazado. Porque para secar frutos, por ejemplo, me acerco antes a un local que los tenga, y tienen de todo.
Yo como soy amo y señor de mi horno, y tiene un regulador de temperatura que lo mínimo es 50, lo que necesito es diseñar una multi-bandeja aireada, y para aprovechar el gasto energético, que ocupe el mayor volumen posible dentro del horno, y luego llenarlo de la comida a desecar.
Lo siento por los casados, en donde la jefa manda en la cocina

Por otro lado, hablando de comer cosas raras o "asquerosas" he llegado a la conclusión de que a todo se acostumbra uno, y más si es desde pequeñito. Qué diferencia hay entre comerse una larva de insecto (y bien gordas que las hay) y una ostra por ejemplo. El primero es una delicia en ciertas tribus, y el segundo por aquí, para algunos, también es una delicia.
A mí no me gustaban los espárragos, hace unos años, y a fuerza de probarlos, ahora me encantan

Con los animales el componente psicológico nos influyen mucho.
Los caracoles sólo los probé una vez en mi vida, y me gustaron

esos sí, fueron bien cocinados, condimentados y limpiados (le pasaron una receta así como instrucciones a mi padre y allá se puso en faena) Si mal no recuerdo estuvieron babeando en un cubo con agua un par de días o así.
Ahora bien, crudos no creo que los coma, excepto viéndome en penuria total

, pero sí hechos al fuego directamente por ejemplo, o cocidos, como hacemos por aquí las "minchas" que no son más que caracoles de mar, y bien buenas que están.
Otro ejemplo, la generación de mis abuelos (que en esa época dicen que pasaron mucha hambre, tras la Guerra Civil y tal) tiraban, o dejaban libres, los cangrejos, centollas, etc... que pudieran venir con las redes, o que se encontraban por la playa directamente. Para ellos eran "arañas de mar", y como nadie comia arañas de tierra, pues la lógica les decía que del mar tampoco se comerían.
Y los percebes que hoy se cotizan casi en bolsa, ni sabían de ellos (o sea, los veían, pero los consideraban no comestibles, quién sabe por qué, el no saber y no experimentar es lo que tiene, el primero que dio el paso fue el valiente)
Perdón por irme del tema
