Una experiencia para hacer ver que a veces ni tenemos el mínimo control (con los años me doy cuenta que es la peor situación donde estuve, pero obviamente no ser conscientes, pues dormíamos), creo que alguna vez ya lo conté.
Montañismo en Picos de Europa, con nieve, acceso por Fuente De, ambiente algo nublado pero tratable que fue cambiando a medida que avanzaba el día, a peor (viento principalmente). Nos refugiamos en Cabaña Verónica al final del día. Esa noche el temporal fue de miedo (nos volaron algunas cosas porque el refugio es pequeño y el guarda lo tenía lleno de víveres, así que cabía la gente y lo justo para pasar la noche, el resto del material debía quedar fuera), por la mañana siguió la cosa, aunque se veía que aminoraba. Decidimos entonces volvernos, ruta de vuelta hasta el teleférico. Pero el viento volvió a repuntar, prácticamente nos tiraba y ni veíamos a los compañeros a 2 metros de nosotros (yo hasta ese día me apañaba con el material que tenía para ir a la montaña, tras ese suceso incorporé muchas cosas, entre ellas gafas de ventisca

) Como veíamos que en esas condiciones no llegábamos al teleférico, aprovechamos que hay unas minas abandonadas, para montar la tienda y pasar la noche lo más protegidos posibles de la tempestad.
Una vez en la tienda mi experiencia es, tras dormir un rato, despertarme y notar que respiraba forzadamente (como si no pudiera aprovechar bien el oxígeno). Inicialmente lo achaqué a que estábamos apretados en la tienda, una de 3, y éramos 4 (tienda que decidí llevar yo por mi cuenta, éramos 4 y haríamos parejas, así que en el último momento los otros dos no subieron su tienda, pues decidieron dormir en refugios). Dejé pasar un rato y, como seguía igual, les pregunté al resto si respiraban bien. Me dijeron que sí, que no notaban nada raro. Que podía ser la altura (no lo creí, pues a esa altura no hay mal que afecta a nadie) o alguna sensación mía particular.
Intenté tranquilizarme y ver cómo iba la cosa. Tras otro buen rato yo vi claro que allí había falta de oxígeno, una sensación de tener que respirar inmensamente y aún así no tener la sensación de saciarme, como quien bebe y no sacia la sed, pero en este caso con el aire. Lo tuve claro, me levanté y abrí la cremallera de la puerta. Inmediatamente fue como si nos metieran un chute de aire. Resulta que aunque estábamos algo metidos en las gruta, la nieve se había ido acumulando sobre la tienda y prácticamente tapándonos la ventilación, amén de que éramos 4 tipos en un espacio pensado para 3 como mucho.
Os puedo asegurar que si no despertamos podíamos morir allíl, en pocas horas, por simple falta de aire - quiero creer que alguno de mis compañeros llegaría a la misma conclusión que yo llegué, porque luego sí reconocieron que notaban la diferencia, pero siempre me he quedado con la duda ¿y si yo no despertase? ¿y si no tomo la decisión de abrir la puerta y comprobar lo que me temía? A veces en ciertas situaciones el cuerpo te pide una cosa, descansar y olvidarte de los problemas que la mente puede estar valorando, si a ello le sumamos falta de experiencia, experiencia concreta ante tal situación "yo nunca me había visto en una tienda sin ventilación"-, respirando nuestro propio CO2 generado.
Por cierto, en Pirineos ese temporal que pasó en tal momento y nos afectó a nosotros en Picos de Europa, dejó dos muertos, por hipotermia principalmente. Iban tres, vivió la chica porque los chicos la protegieron. No sé sus condiciones en detalle (su material y su capacidad de refugiarse), pero si nosotros no lleváramos la tienda, sacos y tal, amén que teníamos las minas para aportarnos mayor refugio, creo que podríamos haber acabado de forma parecida a ellos.