Lo del golpe térmico no es más que el cambio brusco de temperatura.
Puede tener dos consecuencias:
1. Desvanecimiento total o parcial. Lo que vulgarmente llamamos "corte de digestión" sería uno de los casos. Hay casos donde hablamos de que le dio un corte de digestión cuando en realidad ya ni estaba haciendo la digestión, sino que lo que realmente pasa es que viene de estar tomando el sol, o haciendo deporte, ... en fin, el cuerpo está acalorado, por así decirlo... y rápidamente se mete en el agua, lo que provoca un cambio de temperatura repentino y puede provocar que el riego al cerebro se corte o merme más de lo que debería. Lo que hace que le falte oxígeno y la persona desfallezca. Después de eso, todo lo que te pueda pasar en el agua es obvio.
2. Si la temperatura es muy fría, la respiración cambia, y no es controlable de forma voluntaria (la boca la podrías cerrar, pero no la nariz). Aquí el riesgo está en que sumerjas la cabeza cuando instintivamente, por ese frío, intentas respirar. La consecuencia es tragar agua como si la estuvieras bebiendo voluntariamente, pero va directa a los pulmones. Ese cambio de respiración lo conoce cualquiera que se haya metido en la ducha y haya abierto el agua fría, y como vemos no hace falta un agua tan fría.
Recuerdo en su momento investigar todo esto, también había un acto reflejo de la glotis, que se cierra involuntariamente.
http://kayakcaboprior.blogspot.com/2014/02/supervivencia-en-el-agua-para.htmlhttp://kayakcaboprior.blogspot.com/2014/04/supervivencia-en-el-agua-para.htmlTodo esto no impide que por suerte a uno le pase algo así, caer en un lago helado o cosas parecidas, y salir sin más susto que haberse mojado y arrugársele la entrepierna.

O gente que ya hagan cosas así por costumbre, ejemplo el caso de las saunas y luego meterse en el agua fría.
O quizá que de alguna manera vayas sugestionado, o tengas esa preocupación mental porque ya has leído cosas al respecto, y de algún modo no cunde el pánico en el momento en que te pasa.
O simplemente suerte.
Cada persona es un mundo. Recuerdo una compañera de trabajo que en cierto momento al agacharse le cayó una pieza de acero que estaba apoyada en la pared, grande pero que no crea ningún peligro, y lo que instintivamente gritó fue:
-¡Socorro!
Como si fuera a morir.

Cuando la mayor consecuencia podría ser un simple chichón, o un golpe en cualquier otra parte del cuerpo, sin más consecuencia que unos moratones.
Gregal, mi padre una vez fue a pescar con un compañero, cierto que era un señor bastante mayor, y un simple resbalón en el mismo camino/sendero que va pegado al río acabó con su vida.
Cierto que cuando yo era niño era impensable comprarle un casco y alguna otra pieza de seguridad al crío cuando se le compraba la bici (lo más eran las ruedecitas, que en cuanto podía intentaba deshacerse de ellas, sin preocuparle las posibles caídas. Como mucho rascabas las rodillas o así). Mira hoy en día.
