Aquí el problema es el tamaño del mamparo: En el horno ya dices que tienes que colocarlo en una posición rara. El hecho de que en ciertos puntos esté apoyado en piezas metálicas tampoco da mucha confianza, porque lo seguro es que esos puntos alcanzarán más pronto la temperatura seleccionada, quizá te deje marcas. Javier te ha indicado unas temperaturas, supongo que conocimiento de causa ... no creo que sea tal como para llegar a derretir el material, pero, ante la duda, puedes ir probando con temperaturas inferiores, ver sus efectos e ir aumentando hasta lograr lo deseado.
Usando agua caliente es más controlable, creo yo, pero de nuevo ¿qué olla necesitas para ello? ... Bueno, siempre puedes apañar una especie de cuenco con alguna chapa de aluminio ... o piensa en los estantes de las estanterías metálicas.
Lo seguro es que para que recupere su forma inicial, mientras alcanza ese punto crítico de temperatura ha de estar en una posición en que, de forma natural, pueda él adoptar tal posición. Si tienes algo que limite ese posicionamiento te quedará bloqueado por ahí y así obtendrás la nueva forma.
No sé si recordarás cuando nuestras madres (yo soy del 76

) nos cocían unas cintas/tiras plásticas de empaquetar material de construcción, previamente le daban la forma de caracol, enrollaban el trozo deseado de tal cinta ... lo cocían durante un rato con esa forma y cuando enfriaban así quedaban, jugábamos como si fuesen yoyós, pues prácticamente funcionaba como si de un muelle se tratase.
http://lanubedealgodon.com/11-juguetes-caseros-con-los-que-nuestra-infancia-fue-de-las-mas-felices-de-todas/Si tienes una pistola de calor sería lo más sencillo. El mamparo tirado en el mismo suelo (liso obviamente) y poco a poco le vas dando pasadas con la pistola.
Estas pistolas alcanzan más temperatura que los 100 indicados para el horno, ojo. Guantes y al lío.