Estoy releyendo un libro que compré en 2.008. hace unos dias una sobrina a quien se lo presté me lo devolvió ( ya es raro que te devuelvan un libro sin pedirlo), y me puse a refrescar cosas.
El libro se titula "quien vive, quien muere, y por qué" editorial Desnivel, autor Laurence Gonzales. Yo lo compré creyendo que era uno mas de los libros de supervivencia que adornarían mi escasa biblioteca, y me encontré con un tratado de neurociencia, recompensas cerebrales, decisiones aparentemente absurdas tomadas por gente con conocimiento y experiencia, estadísticas de desastres, y análisis sesudos de accidentes y catástrofes. Me he acordado de vosotros y este hilo al leer una frase sobre por qué ocurren accidentes en actividades en que aparentemente todo está controlado, como la desintgracion de la lanzadera Columbia en su reentrada a la atmósfera. Después de varias teorías sobre que los accidentes son inevitables, resumen con una frase: "las desgracias ocurren, y si queremos restringirnos a cosas en las que no puedan ocurrir...no vamos a hacer nada muy interesante"
Un poco al hilo de lo que contáis, de la experiencia , del entrenamiento, también dicen en el libro que cada situación es distinta a las anteriores, como decía Heráclito, el rio es diferente a cada momento, cada día el mar es otro distinto, por mucho que lo hayas cruzado, la experiencia no vale, tienes que afrontarlo con una mirada nueva, y eso es lo difícil, te auto-relajas porque "tienes experiencia", y a veces tomas decisiones entrenadas cuando lo que te salvaría es el instinto, o justo al revés. La mayoría de las veces, tenemos un plan que no es otra cosa que la recreación de un mundo imaginario en el que todo ocurre según un guión que establecemos de antemano. En el momento en que algo cambia, si no somos capaces de verlo o lo despreciamos, seguimos el plan en un mundo irreal, y el mundo de verdad te dará un sonoro sopapo. Alguien escribió que un plan es lo primero que se desmorona, y lo primero que debemos desechar al mas mínimo cambio de circunstancias. Parece de cajón: si hace bueno, voy y vuelvo, pero si cambia también nos empeñamos en volver, nuestra experiencia es capaz de superar el cambio, pero si vuelve a cambiar (normalmente a peor), ya no hay mucho margen. Y como dijo otro sesudo, "Continuamente están sucediendo cosas que no han sucedido antes."
Por supuesto, no quiero que este razonamiento le quite valor al entreno, el estudio de las condiciones climatológicas y su verificación y valoración realista, a la practica de auto-rescates ni al uso de tecnologías que nos ayuden a un rescate en un espacio de tiempo que nos salve la vida.
Y para terminar, un poco de humor (negro):
Últimamente me ronda en la cabeza la idea de que estamos en un mundo tecnológico creado por nosotros, que nos da muchas satisfacciones, pero que nos pone en proximidad de la muerte. La tengo cerca, a medio metro tengo un enchufe, a diez, una escalera, a doce un armario lleno de cuchillos, mas allá un cajón lleno de medicinas, detrás de mi, una ventana. La muerte nos acecha, solo tenemos que cometer un par de errores, y nos abrazará con naturalidad. Después habrá quien diga, como es posible, como se le ocurrió.. etc etc.
Me siento como el inspector Clouseau cuando llegaba a su casa, el criado chino puede aparecer en cualquier esquina, y zás.
Disfrutar de este bonito deporte, y si algún día llega la catástrofe, pues como decía mi suegra cuando pasaba algo inevitable, normalmente malo: "No era pa vivir".
